Aranxa Solleiro
El patrón proveniente de España, llegaba cabalgando su caballo, lo guardaba delicado en su casona, después de llevarlo a recorrer la inconclusa Catedral de la ciudad y frente a ellos, una arbolada digna de cuentos Chejoveanos permanecía atenta. Los entonces viajantes, arribaban al sitio considerada también como posada, la mayoría de ellos eran vendedores de la capital del país o incluso médicos que se alojaban de pueblos lejanos en la ciudad para continuar con el tratamiento de sus pacientes.
Los dueños españoles tuvieron que migrar, posiblemente murieron y las ruinas de lo que era una de las mejores casonas de Toluca, continuo con la intención de proporcionar alojamiento a personas. Hoy se le conoce como “Hotel Cazadores” y a pesar del tiempo y sus catástrofes, conserva su estilo desde el siglo XIX.
Francisco (24) quien es recepcionista del lugar, permitió recorrer el pequeño hotel, el cual indudablemente, envuelve delicado a cualquiera que lo pisa con una magia peculiar. Durante el tiempo pandémico, ha sido uno de los establecimientos más afectados, puesto que sus reservas tuvieron que verse forzadas a descender para proteger a sus trabajadores del virus.
De 17 habitaciones construidas, solamente están en funcionamiento 5, provocando que los salarios de su personal se redujeran un 25 % y evitando recibir los ingresos suficientes para algunos de ellos.
“La verdad me siento protegido por parte de los jefes, ellos siempre nos han dado las prestaciones y la oportunidad de seguir trabajando a pesar de todo, al personal que era considerado de riesgo, les permitieron mantenerse en casa sin correrlos y a nosotros sí nos bajaron el salario pero creo que el permitirnos trabajar durante este tiempo es de agradecerse. Algunos compañeros sí dejaron de trabajar por temor a lo que pasaba, así nos fuimos haciendo menos.” Argumenta tras una diminuta ventana que lo mantiene protegido.
Para mantenerse, han debido de ajustar sus precios de habitaciones también, teniendo a la más barata con un costo de 300 pesos y la más cara de 600, no obstante su ubicación céntrica y vista fantástica en dirección al Templo de la Merced y la Alameda Central, potencia el gasto de los huéspedes.
“El problema que podemos tener para que Toluca no sea considerada como turística, es su falta de apoyo a la cultura. Antes de la pandemia sé que había muchos eventos culturales pero ya ahora es muy difícil y es peor para nosotros mantener a una persona que quiera venir solo para vacacionar. Regularmente tenemos gente de empresas que vienen a quedarse aquí, gente de constructoras que tienen que terminar proyectos grandes de plazas o así y también se quedan mucho las personas que van a tener operaciones o un tipo de tratamiento médico, de ahí en fuera es muy difícil que alguien venga con nosotros solo por motivos de turistear.” Compartió mientras recorría los pasillos fraguados en la época de la caída del imperio de Maximiliano.
Aunque la Secretaría de Salud los visite para mantener las reglas de protección ante contagios, asegura que la Secretaría de Turismo ha permanecido ausente, en realidad, comparte, ni siquiera la conoce. Lo que posiblemente incentiva la fragmentación de un trabajo idóneo entre sociedad y gobierno.
Hasta el momento, ninguno del personal ha tenido algún problema grave de salud relacionado al Covid-19, aunque menciona que en caso de presentar algún síntoma, se aíslan por lo menos 15 días para prevenir el contagio.
Para Francisco, pertenecer al sector turístico, le permite conocer personas de todo tipo de sitios, culturas nuevas, una perspectiva distinta de la ciudad, teniendo el privilegio de ser capaz de observarla desde una mirada de visitante para identificar los daños o defectos que pudieran ser mejorados, para no solo mantener su trabajo, sino por el bien de su población.
El último Compendio Estadístico del Turismo en México bajo el comando de DATATUR, se realizó en el año 2019. A partir de las irregularidades derivadas del SarS-CoV-2, la actualización de datos se ha visto en pausa. No obstante, indica la existencia de solo 951 establecimientos de alojamiento en el Estado de México, sin contemplar evidentemente, a pequeñas empresas como el Hotel Cazadores, el cual solo por su número de habitaciones no se incluye en ninguna categoría, es decir 1, 2, 3, 4 o 5 estrellas. Dicho hecho, impacta en su falta de capacitación del personal, apoyos y acceso a financiamientos que pudieran permitirles adquirir una mejor estrategia de promoción para mantenerse no solo los más de 30 años que lleva en servicio, sino como una parte del patrimonio turístico de la entidad y especialmente de la ciudad.
Francisco caminó en dirección a una de las habitaciones más cotizadas por los trabajadores que se hospedan, abrió la ventana y las cortinas, el cielo azul proyectó directo en sus pupilas y el verde de los árboles de la Alameda, recreó en su rostro cubierto con cubrebocas, la dicha de pertenecer al establecimiento y formar parte del centro de la capital mexiquense.
Para ser turista, sin dudarlo, no se necesita viajar un kilometraje exorbitante, sino simplemente enamorarse de lo que nos rodea para respetarlo y mejorarlo.
(Foto: Aranxa Solleiro )
