Ana María López
Con un enfoque integral que combinará el uso de tecnología de punta, el rescate de las ciénegas del Lerma y de los ecosistemas estatales asociados a este río, así como los saberes tradicionales, se emprenderá la restauración y saneamiento de uno de los cuerpos de agua más importantes y más contaminados del país, mediante acciones concentradas en un plan anunciado por la presidenta Claudia Sheinbaum como parte del Plan Hídrico Nacional 2024-2030.
Se busca que en 24 meses ya pueda obtenerse un volumen adicional de agua de buena calidad para la población y que en cinco años se pueda declarar una política de descarga cero de aguas contaminadas al río, anunció el secretario del Agua del estado de México, Pedro Moctezuma Barragán. Se proyecta un beneficio para más de 1.2 millones de mexiquenses.
La participación del estado de México será, desde luego, fundamental, ya que el río Lerma nace de los manantiales del Xinantécatl, en la laguna de Chignahuapan, y desde aquí recorre 750 kilómetros por esta entidad y los estados de Aguascalientes, Durango, Guanajuato, Michoacán, Querétaro y Zacatecas, hasta llegar a la laguna de Chapala, en Jalisco, donde nace a su vez el río Santiago, que desemboca en el Pacífico.
Es el río más largo del país, y el estado de México comprende el 11% de la cuenca, 43 municipios de los cuales 15 tienen una participación mayor: Almoloya de Juárez, Toluca, Temascalcingo, San Felipe del Progreso, Ixtlahuaca, Jocotitlán, Jiquipilco, Acambay, Atlacomulco, Lerma, Zinacantepec, Morelos y Temoaya.
Estas son las razones por las que la entidad debe ser “el hermano mayor de este esfuerzo interestatal”, explicó el secretario Moctezuma Barragán, al presentar a los medios de información la primera etapa del Plan de Saneamiento y Restauración Ecológica del Río Lerma-Santiago.
Es —dijo el secretario—, una cuenca inmensa, que tiene una complejidad enorme, pero el trabajo, en una primera etapa, es necesario en el Alto Lerma, porque el río Lerma nace en el valle más elevado del país, el de Toluca, y si tratamos las aguas cuenca arriba de inmediato va a tener un efecto en los estados vecinos, hasta llegar a Chapala.
Innovación tecnológica
El primer componente del programa es el de la innovación técnica para el tratamiento integral de aguas residuales por medio de la reingeniería de Reciclagua Ambiental y de las macroplantas Toluca, Norte y Oriente, que tratan 3.5 metros cúbicos por segundo, equivalentes a la mitad de lo que actualmente provee el Sistema Cutzamala a la zona metropolitana del Valle de México.
Moctezuma Barragán, connotado científico experto en la materia, resaltó la necesidad de rescatar las macroplantas Toluca, Norte y Oriente, ya que la mayor parte de aguas del Valle de Toluca se tratan en ellas y usan todavía tecnología del siglo XX, por lo que hay que dar el salto al siglo XXI, con tecnología más eficiente, como la de micro y nanoburbujas, las cuales ayudan a eficientar el proceso de la materia orgánica.
De estas plantas, aseguró, saldrá agua de calidad, pues de ahí se conducirá a los humedales, donde las aguas tendrán un tiempo de residencia para que la naturaleza haga lo suyo, y luego de un postratamiento ya no serán aguas residuales, sino aguas regeneradas.
Sabiduría ancestral
Y aquí se enlaza el segundo componente del plan: las tareas de restauración de cuencas y sistemas, la limpieza de los ríos y el rescate de humedales. Es decir, “se trata de combinar el tratamiento innovativo científico del agua con la labor profunda de la naturaleza, que es, desde los humedales y cuerpos de agua, la mejor tratadora de aguas y que realiza un procesamiento muy satisfactorio de los contaminantes emergentes que no tratan las plantas, en un tiempo de residencia de estos de entre cinco a siete meses”.
El tercer componente tiene que ver con la gestión circular del agua, una perspectiva “ya contenida en la cosmovisión de los pueblos indígenas que la han defendido por cientos de años”, subrayó Moctezuma Barragán, que va a darle importancia a la creación de espacios de rescate de las ciénegas de Chignahuapan, Chimaliapan y Chiconahuapan, buscando que estén asociados a la planta de tratamiento Reciclagua y a las tres macroplantas.
“Es un cinturón verde, que actualmente solo tiene protegidas tres mil hectáreas, de las 33 mil originales, y se busca, con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, ampliar esta protección a otras 10 hectáreas, para que en torno de las ciénegas se desarrollen parques hidroecológicos, con participación de las comunidades vecinas para el rescate de las zonas en peligro de ser invadidas y la generación de proyectos productivos ecoturísticos, agroecológicos, zonas en que la gente pueda correr, ir en bicicleta, hacer turismo, comer y proteger, a través del calor humano, el uso de esos lugares familiares y comunitarios.
Por otro lado, el secretario informó que se trabaja con los municipios bañados por el río Lerma, y se les ha pedido que revisen sus planes de desarrollo y de reordenamiento territorial, así como sus programas de gestión de residuos sólidos, porque la basura es uno de los principales factores del problema de contaminación del río, además de que la mayoría de las plantas tratadoras locales no funcionan.
Sobre los objetivos del plan, el secretario del Agua destacó que uno de estos es que no haya más impunidad para quienes contaminan el río y otro llegar en este lustro a una política de descarga cero de residuos industriales, pues ya hay tecnología para ello, y evitar lo que ahora sucede, que se tira agua contaminada al río y se usa agua potable para lavar maquinaria o para regar campos de golf, para que estas actividades se realicen con aguas residuales, a fin de liberar por lo menos un 15% para el consumo doméstico, poniendo por encima de todo el derecho humano al agua consagrado por la constitución de la república, así como los derechos de la naturaleza, considerados también en la constitución local.
Por lo que toca a los recursos federales y estatales que requerirá el plan de rescate, estos no han sido definidos aún, pero se trabaja en asegurar fondos para comenzar en 2025, pues es urgente iniciar. Por ahora, el proyecto ejecutivo tiene un avance del 70%.
“Es imprescindible lograr el saneamiento del río Lerma; necesitamos un río libre, por donde corran aguas prístinas. Hay grandes aliados: la naturaleza, las comunidades y las tecnologías de punta que aceleran los procesos con un uso de la energía más eficiente. Nuestro futuro depende de un cambio de actitud en relación con el agua”, concluyó el secretario.
Sección: Medio Ambiente |
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