Marcada por una constante búsqueda por el reconocimiento del otro, ya sea a través la mirada o el placer (en sus últimos cuentos), la obra de Inés Arredondo se distingue claramente de la de sus contemporáneas.
Ximena Barragán
Reduciendo la descripción al mínimo, Arredondo resta importancia al contexto para concentrarse en las atmósferas y estados de ánimo característicos en sus narraciones horríficas.
Rechazo, soledad, la propia inexistencia y hasta incesto, son experimentados desde herramientas narrativas, como la técnica del yo (presente en varios de sus cuentos), en un horror, “no metafísico, sino existencial”, explicó Maricruz Castro Ricalde.
Mediante el análisis de los textos “Apunte Gótico”, “Orfandad” y “Año Nuevo”, los asistentes al café literario con perspectiva de género del pasado martes 8 de octubre, identificaron los elementos del terror cotidiano y emocional plasmado en sus textos a través de la capitalización de propias experiencias negativas.
A pesar de que la obra completa de Inés Arredondo suma apenas 3 tomos debido a que la autora no fue caracterizada por un ritmo de producción muy veloz, sus cuentos, particularmente “La Señal” y “La Sunamita”, la colocan como un referente obligado en la narrativa nacional.
Debido a un ajuste en fechas, el próximo café literario con perspectiva de género, dedicado a poetas contemporáneas, tendrá lugar el próximo 12 de noviembre, a las 18:30 horas en la Capilla Exenta.
(Foto: Ximena Barragán/Redes)
