El Instituto de Seguro Social de Estado de México y Municipios (ISSEMYM) sufre de carencias que afectan y amenazan la integridad física de los trabajadores afiliados y sus familias.
Guillermo Guadarrama
De ahí que se registren constantes denuncias por, entre otras cosas, falta de médicos y medicamentos, así como la atención oportuna y el desorden en la atención en las áreas de urgencias pese a contar con un semáforo de emergencia. Todo ello contribuye a que la sociedad perciba al organismo como una entidad ineficaz y onerosa para los derechohabientes.
Ejemplo de lo anterior es el caso de la señora, Luz María, cuya identidad guardamos para evitar represalias, y que este lunes por problemas de salud requirió de los servicios del ISSEMYM, y a pesar de que existe una evaluación de la afectación para su atención oportuna-, comenta que tuvo que esperar cuatro horas en el lugar para ser atendida.
Fue en el hospital regional de Toluca que se encuentra frente al hospital Adolfo López Mateos, dónde Luz María nos comentó que de dos consultorios para atender a los adultos, solamente uno se encontraba en funcionamiento, además los padecimientos que la mujer llevaba no fueron tomados en cuenta para su oportuna atención, por el contrario, pacientes de menor valoración de urgencia eran atendidos primero, pese al tiempo en el que ella llegó.
Se le diagnosticaron picos febriles de hasta 38.6, así como fuertes dolores de cabeza y dificultades para respirar, lo que la ubicaba en código amarillo de acuerdo al semáforo de emergencia que plantea el mismo ISSEMYM, aún así tuvo que esperar más que otras personas para ser atendida.
Ante la enfermedad los médicos solo recetaron Ibuprofeno, que para la sorpresa de la mujer y sus familiares que la acompañan, la farmacia del instituto no tenía, por lo que tuvieron que darse a la tarea de buscarlo por fuera.
Desde las 11 de la mañana comenzó la travesía de la señora Luz María quien mes con mes ve el descuento de su salario para la cuota del servicio en el ISSEMYM cuando le es requerido, sin embargo, la falta de capacitación de los servidores públicos, la falta de médicos y medicamentos, así como la desorganización del lugar para atender a los derechohabientes de acuerdo a su necesidad y/o hora de llegada son deplorables.
Este no es el único caso y cada día se incrementan negativas en todos los rubros, señaló la denunciante. (Foto: Guillermo Guadarrama)
