Orlando Salinas Cesáreo
Más de 250 productores de flor de cempasúchil de la región de la montaña de Texcoco comenzaron a distribuir más de 150 mil macetas de está flor y más de 50 mil crisantemos, para la venta de la temporada de Día de Muertos.
José Castillo Juárez, representante de los floricultores de la zona de la montaña, comentó que la temporada de cosecha de flor de cempasúchil comenzó desde los pasados meses julio y agosto, sin embargo dijo que a partir de esta semana comienzan la distribución a los diversos puntos para su comercialización.
“Este año pinta bueno, hubo buenas lluvias y tenemos buena cosecha y esperamos esta temporada de fin de año para comercializar la flor porque son casi tres meses antes que se comienza el trabajo”, dijo.
De acuerdo a las autoridades estatales Texcoco es uno de los 10 municipios del estado de México con mayor producción de flor de cempasúchil, junto con Atlacomulco, Ozumba, Tenango del Valle, Chicoloapan, Tenancingo, Tepetlixpa, Villa Guerrero, Chimalhuacán y Malinalco.
En el municipio de Texcoco existen más de 250 productores de flor originarios de las comunidades de Tequexquinahuac, San Diego, Nativitas, San Pablo Izayo y San Dieguito.
Castillo Juárez dijo que se espera que este año alcancen una producción de 150 mil macetas y manojos cada una de entre 12 hasta 25 flores de cempasúchil, así como de flor blanca como crisantemos y margara.
“Esperamos que este año sea favorable en el corte del cempasúchil porque todo el año esperamos esta fecha”, expresó Darío Vivar Sánchez, productor de la comunidad de San Pablo Isayoc.
Este año la maceta de cempasúchil de siete flores chicas tendrá un costo de entre 18 a 20 pesos y una con 20 flores chicas a 25 pesos; mientras que el manojo de 12 flores grandes será de 50 pesos, sin embargo los productores señalaron que estos costos son directamente en los invernaderos.
Señalaron que los costos aumentan hasta el doble con los intermedios de los mercados, tianguis, tiendas comerciales entre otros centros de ventas.
Explicaron que este año con las intensas lluvias y la disponibilidad de agua representó algo bueno para algunos que cosecharon la flor de cempasúchil en sus invernaderos, sin embargo refirieron que para otros fue algo perjudicial como los que cosechan a la intemperie pues el exceso de la cantidad de agua impidió que los tractores entraran a “surquear”, lo que retrasó los tiempos de trasplantación y cosecha.
Según la tradición, el olor de la “flor de veinte pétalos” (cempohualxóchitl) es lo primero que notan los muertos al despertar y regresar el 1 y 2 de noviembre a este mundo, también el color intenso de la flor les marca el camino, razón por la cual el cempasúchil se siembra a más tardar en julio para que esté a tiempo y dirija a las almas.
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Categoría: Economía y Trabajo |
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