Ivan Joatzay

Durante su día número 63 de plantón frente al Palacio de Gobierno, integrantes del colectivo ‘Haz Valer Mi Libertad’ (HVML) mantienen su lucha y reclamaronjusticia al Poder Judicial del Estado de México (PJEM) ante la omisión de revisar los casos de personas inocentes que se encuentran presas por delitos fabricados.

La mañana de este miércoles, madres, esposas y hermanas de personas injustamente presas realizaron una movilización donde, si bien no hubo cierre de calles por parte de los elementos del cuerpo de movilidad estatal, como en movilizaciones previas, obstruyeron el paso vehicular en las avenidas Sebastián Lerdo de Tejada e Independencia. 

“Siempre las puertas están cerradas”

Durante su movilización, el colectivo asistió a las instalaciones del poder judicial mexiquense donde integrantes de seguridad de la dependencia cerraron las puertas y negaron acceso a las más de 15 integrantes del colectivo que, afirmaron, buscan la atención por parte del actual presidente del tribunal superior de justicia del Estado de México, Ricardo Sodi Cuellar, para revisar los casos de sus familiares. Asimismo, calificaron al funcionario como “mentiroso” ante la impartición de justicia en los casos de detención de alto impacto:

“Hacemos este llamado a que sepan que Sodi solo miente, que Sodi ha engañado a los inocentes diciendo que ningún inocente debería de estar en prisión. Ellos son los jueces que han castigado la pobreza, a quienes no tenemos el dinero para pagar la libertad y justicia”, expresó Leidy Plácido, integrante de HVML.

Por la visibilización del maltrato penitenciario

Entre sus actividades de posicionamiento, las mujeres en lucha realizaron la actividad ‘Rostros inocentes’, donde ejercieron representación simbólica del actual estado de encarcelamiento de sus familiares con el posicionamiento de 15 figuras que simularon a Gilberto Gómez, Daniel Plácido, Carlos Alberto Estrada, Enrique Santiago, entre otros casos que, proclamaronn, fueron fabricados por el PJEM para el encubrimiento de delitos.

“No podemos traerlos porque su cuerpo está cautivo, sus voces están silenciadas y no tienen un nombre, pero aquí hacemos esta representación de que así están, en una cárcel de 3x3”, explicó una de las integrantes del colectivo.

(Foto: Ivan Joatzay)