Lucio Ramírez Medina

¿Qué lugar ocupan las juventudes en nuestras prioridades?

La resolución 54/120 de la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el 12 de agosto como “El Día Internacional de la Juventud” como un llamado de atención a la comunidad internacional, y de cada nación, acerca de las problemáticas que enfrentan nuestras juventudes, para coadyuvar al desarrollar de todo su potencial como protagonistas del presente y del futuro.

Numéricamente, las estadísticas nos indican que las juventudes ascienden en México a 37 millones 504 mil 392 personas, lo que quiere decir que representan la tercera parte del total de la población nacional, pero también nos reflejan que gran parte de estas juventudes vive en condiciones que les impiden un goce pleno de sus derechos humanos, limitando su dignidad y sus proyectos de vida.

Tal situación nos remite a la necesidad urgente de que los gobiernos de las tres instancias asuman un mayor compromiso para atender las perspectivas y necesidades de la juventud, con programas y políticas públicas de largo plazo.

En todo momento deben ser reconocidas las juventudes como sujetos de derechos para acceder a beneficios socioeconómicos, políticos, culturales y tecnológicos en todo el territorio nacional, revirtiendo las viciadas formas impuestas por el adultocentrismo, para convertirlos en constructores y protagonistas de sus propias comunidades.

Sin embargo, según el experto Miguel Concha, “no se puede ni debe hablar de una generación que construya su futuro, cuando en esta emergencia sanitaria del Covid-19, las juventudes han sido invisibilizadas, colocadas en situaciones de vulnerabilidad, criminalizadas e ignoradas, por lo que el Estado Mexicano tiene la responsabilidad de poner en el centro, los derechos de los jóvenes”.

En el Informe del Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria”, Los Impactos del Covid-19 en las Juventudes de México, se insta a profundizar y debatir en los temas relacionados con la problemática, los rezagos y las posibilidades de desarrollo de la población entre 15 y 27 años de edad, históricamente colocados en situaciones de vulnerabilidad, discriminación y desventaja, sobre todo mujeres, defensores de derechos humanos, miembros de la comunidad LGBTTTIQA+, de las comunidades indígenas o afromexicanas.

Sus derechos deben ser reconocidos, respetados y garantizados, sin excepción.

*Licenciado y Maestro en Periodismo               lurame_3@hotmail.com                  @luciorm