Lucio Ramírez Medina

De acuerdo al Informe Anual sobre la Brecha Global de Género de 2022 del World Economic Forum, México ocupa el lugar 31 del ranking mundial de reducción de la brecha entre hombres y mujeres, con un 76.4 por ciento de avance, lo cual representa una mejora sustancial con respecto al sitio 89 que ocupaba en 2011; sin embargo hay indicadores muy preocupantes que ponen en riesgo el progreso.

El mayor signo de preocupación está en los rubros de la salud y la educación, pues mientras que hace 11 años México reportó una reducción del 99 por ciento en la brecha de la educación, y del 97.5 por ciento en la de la salud, por la igualdad entre hombres y mujeres en nacimientos, expectativa de vida, alfabetización y educación básica; ahora para 2022 prácticamente son los mismos puntajes, lo cual representa un estancamiento que resulta muy preocupante.

Peor aún, si consideramos que el país retrocedió del lugar 1 al 54 en materia de salud, en virtud de que el Índice incluyó dos aspectos donde México se está quedando rezagado: en nuestra nación no hay autonomía reproductiva de las mujeres, además de que se estima que al menos el 14 por ciento de las mujeres mexicanas sufre algún tipo de violencia a lo largo de su vida.

Otro retroceso importante se registró en los rubros de participación y oportunidades económicas, ya que México quedó ubicado en la medición del 2022, en el lejano lugar 113 de igualdad económica, a la par de Etiopía y Banín.

De acuerdo a este registro WEF, las mujeres mexicanas son más propensas al desempleo, al empleo informal y al trabajo no remunerado, como el doméstico y de cuidado, lo cual mina su acceso a los créditos y a generar un patrimonio propio.

Por lo que respecta a la paridad política, México mejoró su posición mundial en cantidad, pero la redujo en calidad, pues las diputadas fueron relegadas a las comisiones menos relevantes, sus iniciativas son más propensas a desecharse y no son consideradas para coordinadoras de grupos parlamentarios.

La mayor parte de las diputadas no han perdido su rol de subordinación, inferioridad y relegación que sufren muchas mujeres mexicanas en otros ámbitos.

Falta empoderamiento y condiciones menos hostiles para que las mujeres puedan impactar las políticas públicas hacia una reducción real de las brechas de género.

*Licenciado y Maestro en Periodismo               lurame_3@hotmail.com                  @luciorm