Miguel García Conejo 

Inseguridad, paso de su vida útil, afectaciones por fenómenos sísmicos y, sobre todo, daño en su estructura derivado accidentes automovilísticos se han convertido en los principales factores de daño de los puentes peatonales del Estado de México.     

Según con datos dirección de Conservación de la Junta de Caminos el 90 por ciento de los 440 puentes que se tienen en la entidad se encuentran en condiciones óptimas para su uso; el resto asegura es atendido dentro del programa de mantenimiento carretero de la Junta estatal.   

Con ello se reconoce que cerca del 10 por ciento son los que requieren trabajos de mantenimiento, atención de sustitución de lozas de escalones,  rehabilitación de alumbrado público.  

Otro de los factores más frecuentes para el daño de este mobiliario público es el mal uso que hacen los usuarios con daño premeditado, pintas y robos de la infraestructura tanto de protecciones como de luminarias. Las zonas Conurbadas de los dos valles, indica, son las más problemáticas.     

Otra de las problemáticas es el robo de las luminarias, es un tema que  pega no solo a la junta de caminos sino a la administración pública estatal porque en puentes peatonales, la altura a la que se encuentran las luminarias no es la misma a la que se encontraría en una vialidad urbana.  

Con ello un porcentaje de los recursos para mantenimiento se debe destinar en colocar protecciones de cuidado a la propia infraestructura.     

En lo que va de la presente administración, el gobierno del estado ha construido ocho nuevos puentes vehiculares que han requerido una inversión de 50 millones de pesos, y se ha brindado rehabilitación integral a una misma cifra a los que se invirtieron 27 millones. Según el registro de la autoridad el tiempo de vida óptimo de un puente peatonal es de 20 años.  

(Foto: archivo)