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NEPOTISO… LA YERNOCRACIA

René Pérez Ávila

El término nepotismo proviene de latín, “nepos” qué significa sobrino o nieto, y el sufijo” ismo” que modifica el sentido original para expresar la designación de familiares o amigos en determinados empleos al margen del principio del mérito y capacidad. Conceptualizado por el ilustre jurista Guillermo Cabanellas en su Diccionario de Derecho Usual, el nepotismo se entiende como una corruptela política, caracterizada por el favoritismo familiar; por la despensa de honores, dignidades, cargos y prebendas a los parientes y amigos, el jurista consultado indica que el origen de esta actitud, poco recomendable, aunque tan humana Parece estar en los Papas, antaño muy inclinados a proteger a los miembros de su familia.( sic) debe puntualizarse que se conoce la historia de varios obispos que criaron a descendientes legítimos presentándolos como “ sobrinos “.Siguiendo la consulta de este diccionario encontramos que esta figura ofrece un carácter más grave en las monarquías a las cuales resulta consustancial, pues el nepotismo en un régimen monárquico tiene carácter oficial al extender las listas de los descendientes de los monarcas, no sólo por vínculos de sangre, sino por honores aristocráticos, militares, y de toda suerte con que se distingue a las familias reales con lujos que luego ha de costear el país trabajador. El nepotismo también es típico de las dictaduras modernas. Y sirve como base para facilitar los escandalosos, negocios y fabulosas fortunas en corto plazo conforme al autor citado la yernocracia en el lenguaje político es una forma de nepotismo en la que es favorecido al yerno por el suegro, influyente o gobernante. el origen de esta protección se encuentra en el matrimonio con la hija del personaje. Lo que deriva en una extensa gama de lazos, familiares, unidos por un tronco común. 

En nuestro país, existen antecedentes de esta figura prácticamente desde los inicios del México independiente con la incursión en la vida pública de personajes de la talla de Agustín de Iturbide y su frustrado imperio en el que incluyó una fastuosa corte, plagada de parientes, amantes, fieles, e inclusive enemigos, como lo fue Antonio López de Santa Ana (sobre este tema, recomiendo al lector,lectora, el interesante libro de la escritora Rosa Beltrán, “La Corte de los Ilusos”) le siguen en orden cronológico el propio Santa Ana, posteriormente Porfirio Díaz. Ya en el régimen postrevolucionario destaca Manuel Ávila Camacho y su hermano incómodo, Maximino, en ese entonces Gobernador de Puebla y aspirante a la Presidencia de la República, anhelo que solo su oportuno fallecimiento impidió. También hubo nepotismo con Miguel Alemán, y qué decir de la, inolvidable y cínica frase de José López Portillo, cuando se refirió a su hijo José Ramón, como “el orgullo de mi nepotismo”. Tampoco debe soslayarse que en nuestra entidad, justamente acabamos de terminar el sexenio en que gobernó Alfredo del Mazo Maza, que fue por decirlo así, el último eslabón de la dinastía generacional encabezada por Alfredo del Mazo Vélez, (su abuelo) seguida por su padre Alfredo, del mazo González. Por otra parte es posible afirmar que el nepotismo es algo innato y consustancial al hombre porque perpetuar el poder y el status económico en nuestros congéneres, es un deseo lícito, Podríamos hablar inclusive de una nepotismo de tipo privado, que se da precisamente en las empresas de la iniciativa privadas, citando como ejemplo la generación de los “Emilios” en el sistema de televisión nacional con Emilio “el tigre” Azcárraga Vidaurreta , Emilio Azcárraga Milmo , y el actual Emilio Azcárraga Jean, sin embargo, es el nepotismo político el que resulta cuestionable, porque aquí está en juego el patrimonio de la nación, el patrimonio que todos los habitantes del país formamos con nuestras contribuciones.

Ahora bien, en estas fechas ha cobrado relevancia la iniciativa presidencial para erradicar el nepotismo en las elecciones de cargos público, misma que ha sido tergiversada por los diputados y senadores de la federación para que tenga aplicación no en 2027, sino hasta 2030.Sin embargo, desde el punto de vista legal, la figura del nepotismo y su prohibición, ya se encuentran, regulados antes de esta reforma Constitucional en las respectivas Leyes de Responsabilidades de los Servidores Públicos, así la actual legislación estatal de la materia contempla esta conducta, al establecer en en su artículo 52, que se consideran falta administrativa grave de los servidores públicos, cualquier acto u omisión que efectúen bajo un conflicto de interés, así como la contratación indebida, que la Ley define como aquella en que incurre el servidor público, cuando contrátate o autorice cualquier tipo de contratación, así como la selección de nombramientos o designación de quien se encuentren impedido por disposición legal. Cabe precisar que la actual legislación no es muy clara ya que no señala de manera precisa en que consiste la contratación indebida, como si lo hacia la anterior ley en su artículo 42 donde la fracción XIII de tal dispositivo establecía como una obligación de todo servidor público, la de abstenerse de nombrar, contratar o promover como servidor público a personas con quienes tenga parentesco consanguíneo hasta el cuarto grado. Lo que obligaba al servidor público a excusarse de intervenir en cualquier forma respecto del nombramiento de su familiar.

La actual redacción de la ley requiere entonces de una interpretación, que en algunos casos puede llegar a su inaplicación, que en la práctica resulte letra muerta, por ello será hasta que la prohibición del nepotismo alcance el rango constitucional, cuando eventualmente tenga una aplicación en beneficio de los gobernados, pues como lo dijo la presidenta, Sheinbaum, “al pueblo de México, no le gusta el nepotismo”, a quien esto escribe tampoco. Es cuánto.

*Magistrado en Retiro del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Mexico



Columnista:
René Tomás Pérez Ávila
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