Cientos de cruceros suelen atravesar las aguas del mundo, pero en este momento con la industria de cruceros en una bodega indefinida debido a la pandemia de coronavirus, están en su mayoría en el mar sin pasajeros. 

Aranxa Solleiro  

El mes pasado, el gigante de cruceros Carnival Corporation anunció planes para retirar al menos seis cruceros de su flota, con Costa Victoria de 23 años destinados a la demolición. 

Cuando la industria de cruceros se reinicie tentativamente, es probable que sea a menor escala  y los buques que alguna vez fueron jugadores estrella podrían terminar inclinándose temprano. 

Pero, ¿qué sucede cuando una compañía de cruceros decide retirar un barco? 

Antes de 2020, la industria de cruceros estaba en auge y los barcos podían tener una vida marítima que abarca décadas. 

Si una empresa importante decidiera que un barco ya no era necesario, probablemente vendería el buque a una corporación más pequeña. Renombrado y tal vez reacondicionado el barco continuaría sus operaciones durante muchos años más. 

Algunos barcos son reutilizados y se convierten en atracciones turísticas. "Esto es raro, pero sucede", dice el autor de historia marítima Chris Frame, quien señala el famoso transatlántico QE2, que navegó por los mares de 1969 a 2008 y más tarde abrió como un hotel flotante en Dubai en 2018. 

Pero si hay poca demanda de compra de barcos, los buques se venderán por chatarra, un destino que podría volverse más común a raíz de la pandemia. 

Los cruceros, especialmente en los últimos años, se han convertido en ciudades flotantes gigantes, repletas de características desde casinos hasta piscinas, bares en la azotea y spas. Es difícil de imaginar, pero la mayoría terminará finalmente en los astilleros de descanso como Gadani, cerca del puerto paquistaní de Karachi, o Alang, India, donde serán desgarrados sistemáticamente. 

En Alang, la tripulación esperará hasta que las condiciones de las mareas sean las correctas y luego encallará deliberadamente el barco en la playa. Cuando el buque está atascado en la arena, se firman los papeles finales y comienza el desmantelamiento, un proceso que puede estar plagado de riesgos tanto para los trabajadores involucrados como para el entorno que rodea el depósito de chatarra.  

Una vez que el crucero llega a su destino final, todo lo que hay dentro debe ser retirado, desde las grandes lámparas de araña hasta los baños.  

A raíz de la pandemia, se ha hablado de cómo se pueden reinventar los interiores de los cruceros para protegerlos de los encierros inducidos por Covid-19 que caracterizaron la primera mitad de 2020. Los cruceros siempre han sido reacondicionados regularmente para poner la maquinaria al día y refrescar los interiores. 

Se ha mencionado de futuros cruceros que abandonan los restaurantes buffet de autoservicio, mantienen los espacios públicos vacíos y reducen el número de pasajeros a bordo. E incluso meses después de la pausa de crucero, no todos los barcos están en su último lugar. Algunos han estado transportando a los tripulantes a casa por mar. Otros están viajando a otro lugar a un lugar seguro para descender.  

Cuando los cruceros están inactivos, pueden estar en lo que se llama una "layup caliente" o una "configuración fría". La temperatura caliente es la solución a corto plazo. 

En México uno de los mayores ingresos de la actividad turística se presenta en la llegada y salida de cruceros. No obstante, a comparación del número de pasajeros que arribaron el año pasado (4 millones 150 mil 917 personas según datos de Datatur) en el presente año se tuvo una disminución del -44.8 % de turistas, puesto que solo lo recibido fue desde el mes de enero hasta el mes de marzo por cuestiones de pandemia. Tal situación presenta pérdidas considerables para el sector.  

Sergio Jasso gerente de la agencia de viajes VIP Viajes en la ciudad de Toluca, menciona que del 100 % de venta de paquetes de viajes, el 45 % representa a cruceros, especialmente los relacionados a la empresa Disney, puesto que son más las familias de entre tres y cinco integrantes los que lo compran. No obstante, este año su menor venta ha sido destinada a este tipo de tendencia turística, puesto que los clientes afirman que su economía no se los permite y temen estar varados como la mayoría de los viajeros en este año.  

“Un buen número de clientes solicitan siempre los viajes en crucero de Disney, les gusta mucho si tienen niños en casa o incluso para niñas que cumplirán 15 años. Pero ahora, de lo poco que hemos empezado a vender para el siguiente año, todos han sido enfocados a viajes cortos y ni siquiera a países extranjeros, porque tienen temor de que por cuestiones de pandemia y agravantes posibles de la situación, no sea posible su viaje.” Argumentó Jasso. 

Por otra parte, se prevén alternativas y estrategias para ser implementadas en escenarios próximos y ser capaces de recuperar lo perdido. Las compañías de cruceros como Cunard y P&O Cruises, han tenido largos historiales y han sobrevivido a crisis de salud pasadas, guerras y hábitos de viaje cambiantes. Como en aquellos tiempos, tendrán que adaptarse a este nuevo ambiente. Después de haber disfrutado años de crecimiento, por lo que esto será un gran reto. Sin embargo, mencionan los expertos en el sector que a pesar de su dificultad, será posible de ser alcanzada.  

(Foto: Aranxa Solleiro / Web)  

﷟HYPERLINK "https://edition.cnn.com/travel/article/cruise-ships-retire/index.html?gallery=6"