Noviembre 4 ®
La lluvia de este otoño posa en su clima un algodón de azúcar descolorido, a la vista algo nostálgico y por las noches ligeramente gélido. En este mes es la cuarta ocasión en que el rocío ataca mi cuerpo, sin embargo, esta vez no iré contra la corriente, me dejaré empapar de las circunstancias y de todo lo que a su alrededor marca.
Los pasos de este recorrido siempre son pesados al no saber qué sucederá, hoy voy dejando que el agua limpie mi piel, emule mis lágrimas, de algún modo con esto dejar de estar cargando lo que no puede contener en mi pecho. Estoy harto de jugar a tomar el aire con las manos, debo aprender que la magia va más allá de querer mirar de lo no se puede percibir, debo aprender que el aire es un motivo para crear y un pretexto para respirar.
Eso de añorar en la intemperie con el alma mojada hace que los ojos sientan más de lo que pueden ver, y es así como regresas a mis pensamientos otra vez. Por ello empuño en mis manos un poco de la humedad que hay en el ambiente, comienzo a liberar el pensamiento dejando las ideas fluir, mientras mis ropas empapadas hacen equilibrio para no volar sin firmamento, es en ese lugar donde mis emociones comprenden que no puedo ser libre sin obsequiarte un latido, es como morir en silencio cuando la sangre se contiene y por momentos falta el aire, naciendo así un suspiro.
Vuelves desde la distancia que imponen los compromisos, te detienes en la brisa que me atraviesa y logras esbozar en mí una sonrisa mientras la tormenta acribilla mi cuerpo. Noviembre se ha caracterizado en los últimos años por ponerte en mi camino, eres el ciclo que inicia nuevamente mientras los pasos se acaban en este recorrido, eres ese día cuatro donde se creó el sol, la luna y las constelaciones, y en las estaciones, escogiste nacer cuando las hojas se mecían en el viento, llegaste a mis ojos como la lluvia de esta tarde humedeciendo mi cuerpo.
(Foto: Redes)
Categoría: Nacional |
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