No había ni zaguán ni nada, sólo ponían unas tablas atravesadas, y pues empezaba a decir de cosas, a insultar, pero por defender a mi mamá también nos pegaba a nosotros. ¡Ay!, unas patadotas aquí en las costillas que no podía ni caminar. A Jaimito también le pegaba; una vez, con una báscula romana, se llamaba. Quién sabe cómo se la quité, si no, sí lo mata. Decían: “Abel está tomado”, y patitas pa’que las quiero. Era mucho miedo. Una vez estaba con un señor que se llamaba Vidal y se empezaron a enojar, a pelear, y que se va el otro, se sale y también nos salimos nosotros. Había unas pacas, bueno una arcina de paja y del otro lado era el patio –de donde está el escalón era de mi abuelito antes– ,y estaba una pared alta y nos subíamos por la paja y había nopales a la orilla, quién sabe cómo. Yo tenía tos, y luego había unos mogotes de avena o de trigo; quién sabe de qué eran. Ahí nos escondimos, y en la orilla, una barra de vigas, bueno una cerca de latas, morrillos, e iba pasando el ese señor con su retrocarga escopeta y mi mamá bien asustada: “¿Qué hacemos, qué hacemos?”. Y que a mí me empieza la tos. No pues me tapó la boca porque estábamos así pegaditos a la pared y él pasó así cerquita de nosotros. Mi mamá decía: “Que no le pase nada a Abel”. Ya no regresamos a la casa. Las puertas se quedaban abiertas de par en par, pero todo mundo tenía miedo. Las cazuelas llenas de comida. No comíamos, ahí se quedaba la comida y luego siempre escondiéndonos. Había gente buena, mi abuelito, no –y estaba a un lado–, el papá de mi papá. Cuando estaba en juicio le hablaba, le decía. Mi papá era malo tomado, se alocaba bien feo; en juicio, como ustedes lo conocieron. Decía mi mamá que a raíz de que dejó de jugar (futbol) él empezó a tomar. Pero sí era trabajador mi papá. Luego sembraban trigo, sembraban cebada, pero eran unas friegas. Por ejemplo, en este tiempo un ratito temprano a sacarla toda y asolearla y otra vez; las manos bien arañadas, pero me encantaba cuando iba a la máquina a trillar. Le echabas así, le echabas el ese, lo jalaba y por un lado tiene un tubo por donde salía un trigo, la semilla, y por el otro, la paja.
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