Senen Viñas, enviado especial  

Y el maquiavélico plan, si es que existió, del entrenador Steve Kerr se cumplio: perdió con Lituania para evadir a la potente Serbia, dejándole esa bomba de tiempo eliminar a los lituanos, mientras la NBA aplastaba sin ambajes a los italianos, explotando hasta el cansancio todas las flaquezas que había exhibido en sus partidos con Republica Dominicana, que lo alcanzo a derrotar, y Puerto Rico, quien lo dejo ir, cuando siempre lo tuvo a tiro de piedra.

Que Estados Unidos enfrentó a Italia, es un decir, porque la NBA la borró desde el inicio, anotando a placer ante una defensa itálica, también es otro decir, que simplemente no se hallaba, y con un ataque que solo funcionó al inicio del juego cuando logró subirse en el marcador 8-7; pero a partir de ahí todo fue un anotar y cantar para los gringos que empezaron a ganar con amplia ventaja el primer cuarto 24-14, se despegaron terminando el primer medio 46-24 y ya en el tercer cuarto casi doblaba en puntos a los italianos 83-44, y terminaron aflojando el ritmo con un final de escándalo que hubiera hecho sonrojar a sus antecesores, los intrépidos romanos.

Para la conferencia de prensa posterior al partido, el entrenador italiano Gianmarco Pozzeco, no habló sobre su fallida estrategia de pasar el balón velozmente por el área gringa, para que al final fallaran en el tiro, o bien, que con tanto pase rápido, a veces el último italiano con el balón, no se percataba de que tenía la entrada franca hacia el tablero rival y anotar, provocando que sus seguidores emitieran los continuos “!Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh!” de desaliento.

No, el entrenador italiano se presento de manera extraña preguntando si había periodistas de Honduras, declarando que amaba a sus jugadores, aplaudiendo a Ricci, después de que este jugador si hablara del juego, y abrazandolo para levantarlo de su asiento en un intento fallido por dejar la conferencia, ya que la conductora de la misma le tuvo que recordar cuales eran las disposiciones para la comparecencia de los equipos. Todo un caso el señor Pozzeco, que ya había dado muestras de desquiciamiento cuando lo expulsaron en el juego que perdió contra Republica Dominicana.

(Foto: Senen Viñas)