DON DÁMASO
La política que ande disociada de la moral, o quiera hacer tabla rasa de las tradiciones del pueblo, es propia de individuos cuya personalidad es mezcla de imbecilidad, ruindad y odio. Arturo Graf
CAPERUCITA ROJA Y LA LUCHA LIBRE.
PONGAN SUS APUESTAS: Hemos presenciado la primera de tres caídas sin límite de tiempo como lo marcan los cánones de la lucha libre en México, de dos pesos pesados enfrentándose: Rudos vs Técnicos, quien pierda, perderá la máscara, en el caso de los rudos y, la cabellera, en el caso de los técnicos. Ya vimos que el primer round lo han ganado los técnicos con una paliza y una buena revolcada, además, la máscara del rudo ha quedado desgarrada, dejando ver su gran parecido a otros rostros que ya conocíamos. Un rostro con rasgos autoritarios y tendencias dictatoriales.
En nuestro país, lo único que no esta arreglado es la lucha libre, pero ahora sí, parece que reaccionó el graderío mostrándose unido en un solo grito: ¡fuera los rudos! Desde la primera fila hasta gayola, sólo se escuchaba un grito: ¡fuera máscara! Los rudos se caracterizan por no respetar las reglas, jugar sucio y hacer berrinches; por el contrario, los técnicos respetan las reglas.
Después de este primer round, 375,000 mexicanos levantaron la voz durante 9 horas a través de Space. Miles de consignas en contra de los rudos que encolerizados y sin dar tregua, atacan la libertad de expresión en nuestro país. Es de tal grado su desesperación, que alguien escribió en Twitter: En matemáticas, un punto de inflexión es el punto donde la función cambia de tendencia. Un punto de inflexión social se da cuando un pequeño cambio desencadena cambios rápidos y no lineales impulsados por mecanismos de retroalimentación positiva que se refuerzan entre sí.
PONIENDO LAS CARTAS SOBRE LA MESA: Desde la caída del Muro de Berlín, los rudos han venido ganando terreno en la arena política bajo la máscara del populismo, mientras los técnicos, defienden los colores de las instituciones democráticas.
¿Qué es este nuevo enemigo que amenaza nuestra libertad, nuestra prosperidad y hasta nuestra supervivencia como sociedades democráticas? Es la pregunta que lanza Moisés Naim en su más reciente libro titulado: LA REVANCHA DE LOS PODEROSOS.
La respuesta es el poder, en una forma nueva y maligna. En todas las épocas ha habido una o más formas de maldad política. Lo que estamos viendo hoy es una variante revanchista que imita la democracia al mismo tiempo que la socava y desprecia cualquier límite. Parece como si el poder político hubiera estudiado todos los métodos concebidos por las sociedades libres durante siglos para dominarlos y, después, contraatacar.
En una democracia moral y ética, al menos en sus principios fundamentales los electores eligen a sus gobernantes; en una pseudodemocracia contaminada por los populistas, los gobernantes despliegan toda clase de subterfugios para lograr sus objetivos perversos; que los gobernantes elijan a sus electores.
Los populistas se comen a gajos a las democracias con tal calma, desparpajo y cinismo que me recuerdan el cuento de la Caperucita Roja. Lo que estamos viviendo es el clásico de ahí viene el lobo, ahí vienen los populistas. Caperucita roja somos los electores, cuidamos a nuestra abuelita, la democracia, de los populistas, el lobo.
El nacido en Siria, crecido en Venezuela y radicando en Estados Unidos lanza más preguntas: ¿Pueden sobrevivir las democracias a los ataques de unos aspirantes a autócratas empeñados en destruir los pesos y contrapesos que limitan su poder? ¿qué futuro tiene la libertad? En nuestra analogía ¿sacaremos a la abuelita de la panza del lobo? ¿Le quitaremos la máscara al lobo? Al lobo, Moisés Naim lo define como el AUTOCRATA 3P: Populismo, polarización y posverdad.
Los autócratas 3P son dirigentes políticos que llegan al poder mediante unas elecciones razonablemente democráticas y luego se proponen desmantelar los contrapesos a su poder ejecutivo mediante el populismo, la polarización y la posverdad. Al mismo tiempo que consolidan su poder, ocultan su plan autocrático detrás de un muro de secretismo, confusión burocrática, subterfugios seudolegales, manipulación de la opinión pública y represión de los críticos y adversarios. Cuando la máscara cae, ya es demasiado tarde.
TOMAR CARTAS EN EL ASUNTO: Según Freedom in the World, un informe anual publicado por el laboratorio de ideas estadounidense Freedom House, en 2020 setenta y tres países tuvieron una puntuación más baja en el índice de libertad que el año anterior.
Solo veintiocho mejoraron la puntuación. El informe señala, por desgracia, que el 75 por ciento de la población mundial vive en países en los que los derechos de los votantes han empeorado. Por primera vez en este siglo —ha observado el historiador británico Timothy Garton Ash—, entre los países con más de un millón de habitantes, hay en la actualidad menos democracias que regímenes no democráticos.
La amenaza que se cierne sobre la democracia mundial es muy real. Los ataques a la libertad son globales, sostenidos y temibles.
