DON DÁMASO Y SUS AMIGOS.
Si quieres vivir tranquilo hasta el caso de tu muerte, pasa el día como viniere confórmate con tu suerte; que el hombre que se lamenta y que repite su queja, con el mucho estar deseando la felicidad aleja.
Proverbio Mexicano
Calaveras Políticas
Estaba Don Arturo
rezándole al señor del huerto:
no te olvides del PRI
que ya lo veo medio tuerto
y nunca lo quiero ver muerto.
Estaba Iriarte
haciendo de la política un arte;
y en eso llega la calaca y le dice:
tomen una decisión sesuda
para que al PRI
no se lo lleve la huesuda.
Mientras Neto
hace un nuevo intento
para alcanzar el asiento,
la muerte se lo llevó sin miramiento.
Su jefe le dijo: Nemer nada que temer,
si tú has de ser, la flaca te ha de traer.
Cabalgando hasta Jilotepec,
la muerte hizo escala en magueycitos
y se topó con Ricardo preparándose
con sus diablitos.
Y en eso la chirifusca
le previene, ahí te viene Rescala
y a las primeras se ofusca.
Se apareció la flaca
sin guadaña y con morral
buscando a la Del Moral;
no te aproveches mientras
los priistas duermen su siesta,
porque cuando despierten,
te van a aguadar la fiesta.
Llegó la parca preguntando por Gustavito;
y le dijo: aunque te hicieron a un ladito,
te resucitó Alito cuando te dijo,
aunque te echen pa’ atrás,
un político eficaz,
aquí siempre tendrá su huequito.
No te aceleres en el alba
Rescala, por mucho
que estés cerca, de la calva
ni el de Lerdo te salva.
La patas de popote
llegó cabalgando a todo trote;
vengo buscando a Rodrigo el charrote.
Vengo por ti para que no estés tan apartado,
en una de esas y tu eres el verdadero tapado.
Buscando a las damas
llega la parca con todas ganas;
no teman encontrarme de frente,
no las busco para llevarlas a la muerte,
así que no tiemblen como gelatina,
a la única que me llevaré es a Delfina,
si se las dejo, el Estado no camina.
Se quejaba la calaca
por estos días de tanto trabajo,
no podré llevarme a todas,
sólo a la del Trabajo,
le dijo la flaca, te tengo un encargo
y si dices que no, entonces si te cargo.
Llegó al PRI la calaca con su guadaña
¿alguien me extraña?
Y gritan las catrinas:
sí, echaos una manita,
y la flaca contesta: a mí no me necesitan,
ahí están Anita, Laurita o Marthita;
o si no le entienden a esto,
entonces busquen a Ernesto.
¿Y si nadie nos hace caso?
Pues un plantón a Del Mazo.
Llegó la flaca y su guadaña
buscando llevarse
a quien quiere hacer hazaña;
se encuentra a Ana Lilia
temblando como gelatina
y le dice: no te preocupes por Delfina
que a ella ya se la llevó la catrina.
Llegó la parca ahorita
buscando cargarse a Laurita
y ella le dice: no te tengo miedo,
si me han de destapar mañana
que me tapen de una vez.
Teniendo ya la candidatura
se le atravesó una bella criatura,
tanto se la creyó, que se olvidó
de la calaca y su armadura.
Vengo por ti Horacio
para que dejes libre tu espacio,
y no te me pongas bravo
porque te mando a Valle de Bravo.
A Juan Rodolfo
se lo cargó la trompada,
les quedó mal a los tolucos
con eso de la pagada.
Ahora ya aprendió
que por andar de redentor,
se le aflojó el motor.
Ya no me des tantas largas
le dijo Vargas
a la huesuda de manos largas,
que no ves que seré candidato
de la alianza aunque vea
muchas caras largas.
Fingiendo demencia
el ganso diciendo que gobernar
no es ninguna ciencia;
se lo cargo la calaca
sacándolo de su cloaca.
Se lo llevó la tía de las muchachas
por andar en puras fachas,
y acabó el país dejándolo en hilachas.
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