El presidente Andrés Manuel López Obrador reitero la necesidad de una reforma electoral, que abarque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Ximena Barragán

Ante la reciente destitución del presidente José Luis Vargas Valdez, por el “incumplimiento de sus obligaciones constitucionales, legales y reglamentarias”, el titular del ejecutivo federal reconoció la gravedad de la situación, la cual confirma la necesidad de la planteada reforma para “limpiar” a los dos organismos  competentes en materia electoral: el INE y TEPJF.

Afirmó que el tribunal, cuyos magistrados designaron como nuevo presidente a Reyes Rodríguez Mondragón, está en crisis y descomposición, que se hizo evidente el pasado miércoles en medio del proceso de calificación de la elección de junio pasado, en el que se acusó al ex presidente de “actos censurables” e incumplir sus obligaciones.

AMLO también expuso un tweet donde el nuevo titular, además de insultar al presidente de México, le deseó la muerte; en el mensaje abiertamente de odio se lee “Ojalá y se muera ese viejo culero de palacio nacional”.

Por esto, el mandatario calificó su nombramiento como presidente del Tribunal como “degradante”, evidenciando su baja calidad moral, falta de profesionalismo y ningún compromiso con la legalidad y neutralidad.

Con esto, ejemplificó la calidad moral de los magistrados que lo eligieron, quienes, consideró, debían renunciar.

Por su parte, José Luis Vargas Valdez afirmó que la sesión donde se le removió de la presidencia es “nula” y que la única forma de removerlo es que él mismo renuncie, pero no tiene la intención de hacerlo.

(Foto: presidencia)

(Foto: Presidencia)