Leobardo Hernández
Respecto a conflictos políticos en Nicaragua y Perú, el presidente Andrés Manuel López Obrador mantuvo la postura de preservar la libre auto determinación de los pueblos; sin embargo hizo un llamado a cuidar los procesos mediante la legalidad y la legitimidad porque sólo así “se impide a los que están acostumbrados a intervenir en asuntos de otros países, el que tengan pretextos o excusas para entrometerse”.
Al respecto, se dio a conocer que en Nicaragua se han detenido a 17 opositores (5 precandidatos y “algunos periodistas”). En este sentido, defendió que sobre derechos humanos es muy importante opinar. Condenó la represión en cualquiera de sus manifestaciones y dijo que “se deben de garantizar las libertades y que no debe de haber represión en ninguna parte, ni en Nicaragua, ni en Colombia ni en ningún país del mundo se debe optar por la fuerza, […] que sea el pueblo el que, de manera libre, decida sobre las elecciones”.
El presidente reflexionó sobre la condición actual de México en comparación con estos países. Aseguró que hace poco habló con empresarios a quienes expresó que “debíamos hacer un esfuerzo por tener en los órganos electorales a auténticos demócratas”, esto debido a la actitud abiertamente contraria a su gobierno e incluso a su persona, tachándolo de “populista y comunista”, por parte de jueces que deberían ser neutrales.
Finalmente calificó como una vergüenza que un intelectual de talla mundial tenga un pensamiento retrógrada, en referencia a las acusaciones prematuras y sin pruebas de Mario Vargas Llosa contra Pedro Castillo, presidente electo de Perú. Y consideró las declaraciones y artículos del escritor peruano sobre el tema como una falta de respeto al pueblo y a la democracia.
(Foto: presidencia)
