Resultado de una investigación académica de 25 años en torno a un tema dialéctico, de permanente evolución, “con un horizonte inagotable”, que se adapta a las cambiantes condiciones de carácter político y social de nuestro país, Enrique Mendoza presentó el libro “Cien años de la Reforma Electoral en México; Crónica de una transición inacabada 1917-2017″.
Ximena Barragán
La obra editada por la Biblioteca Jurídica Porrúa está estructurada de manera amigable para esquematizar la información en torno a la pluralidad y competencia democrática en el país, desde los cambios constitucionales y legislación electoral mexicana hasta el análisis del sistema de partidos en el horizonte federal y estatal de 100 años.
A decir del autor, es la mirada hacia el futuro la mayor aportación de la obra: “lo que viene adelante”; acortar tiempos de campaña, regulación de la difusión de propaganda, reducción de presupuesto a órganos electorales (incluyendo partidos políticos), el fortalecimiento de las instituciones de fiscalización y sanción de delitos electorales.
César Camacho Quiroz, quien prologó la obra de 10 capítulos, la refirió la relevancia de sus aportaciones, en particular en lo que respecta a los últimos 25 años, en los que el fenómeno electoral se ha visto llenó de cambios y revuelos, en un peculiar desarrollo normativo y atípico, uno que parte de la desconfianza.
Aprovechó la ocasión para reflexionar en torno a la relevancia de la democracia no sólo como vehículo de acceso al poder, sino como una manera de gobernar, un elemento sine qua non para el crecimiento, desarrollo y estabilidad.
En este sentido, consideró que el verticalismo donde las generaciones anteriores fueron educadas debe dar paso a un robusto horizontalismo en el ejercicio del poder, que es preciso transitar de un modelo de gobernabilidad (aptitud para gobernar) a la gobernanza (implicación de la sociedad en la acción gubernamental), de una democracia representativa a una democracia de resultados (rendidora de cuentas, transparente), en un contexto en el que “la sociedad está cansada de pretextos, la gente quiere hechos”.
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