La falta de dinero, la inseguridad y el miedo a contagiarse son los principales factores que limitarán el consumo en el sector restaurantero y turístico después de la contingencia por COVID-19, situación que debe motivar a las empresas de la industria a prever, registrar nuevos hábitos de consumo y adaptarse.  

Ximena Barragán  

Si bien la recuperación para las pequeñas y medianas empresas que integran los sectores será lenta, la esperanza se centra en la noción de que tras la experiencia del confinamiento, la mayoría de la gente buscará productos y servicios locales con impacto social y ambiental. Así lo consideró Arlén Sánchez Valdés, académica de la UAEM.  

En conferencia de prensa, la experta en estudios turísticos destacó la importancia de las redes sociales como herramienta para fortalecer el contacto con los clientes en momentos de aislamiento social y cultivar relaciones de lealtad cuyos resultados se verán reflejados en ventas en mediano y largo plazo.  

Por su parte, María Elena Delgado Ayala, certificada en desarrollo de productos turísticos, refirió la relevanci a de conocer el perfil de los turistas postcovid; quienes, de acuerdo a un estudio efectuado a nivel nacional, preferirán viajar a la playa después de la pandemia (en su mayoría después de agosto), pero probablemente se verán limitados por falta de recursos económicos.  

En este sentido, la recuperación para la industria turística en el estado de México divisa una importante oportunidad  “estamos muy cerca del mercado potencial más grande del país; la CDMX, la marca "Pueblo Mágico” ha registrado un buen posicionamiento”, pero será necesario ocuparse de la adecuada capacitación del personal, conocer los protocolos sanitarios y buscar certificaciones.  

El escenario positivo anteriormente descrito, en caso de que la emergencia sanitaria no exceda los 3 meses, pues si hoy los negocios se esfuerzan y proyectan para "sobrevivir” 3 meses, no lograrían mantenerse por más tiempo sin un flujo económico más significativo. 

(Foto: redes)