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Infonavit, Los empeños de una casa

René T. Pérez Ávila*

Sirva el título de esta obra maestra de nuestra insigne poetisa Sor Juana Inés de la Cruz para iniciar el presente artículo, que no versa sobre la comedia de enjuagues amorosos escrita por la décima musa, sino de los enredos que ha propiciado la declaración del Director del Infonavit sobre la regularización de viviendas de morosos, abandonadas y ocupadas por personas no derechohabientes. El escándalo detonó en la conferencia matutina del martes 16 de junio del presente año, cuando Octavio Romero Oropeza, director del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los trabajadores (Infonavit) presentó un plan para regularizar la situación de las personas que viven en casas en las que se ha dejado de pagar su financiamiento, o incluso de aquellos que han ocupado viviendas abandonadas pero no son los propietarios ni derechohabientes. El funcionario anunció que hay 843,000 viviendas del con problemática y que tras un censo, en 168,000 de esas propiedades se detectó que 23,000 están abandonadas o vandalizadas, asimismo señaló que 145,000 están habitadas algunas por quienes no pagaron su crédito, la mayoría por gente que no teniendo vivienda, las vio desocupadas y procedió a ocuparlas de manera irregular, afirmó que quien ocupa una vivienda en esas condiciones , no va a ser desalojado, pero se le permitirá ocupar el inmueble con la posibilidad de poderlo adquirir a un precio muy económico, con independencia de qué sea o no derechohabiente con ese esquema aseguró, en cuatro o cinco años, serán dueños de las casas que habitan.

La reacción de la oposición, encabezada por diputados y senadores del Partido Acción Nacional y de Movimiento Ciudadano no se hizo esperar, en voz de la Senadora Alejandra Barrales quien señaló que el plan de regularización es muy lamentable, que si bien es cierto, el objetivo puede parecer noble en darle acceso a vivienda a la gente de escasos recursos, también es un incentivo a no respetar la ley, al no cumplimiento de pagos y en cambio se castiga a quien cumple, de suerte que el plan es una invitación a que la gente no pague y además incentiva a la gente para que se pueda invadir un espacio sin recibir ningún castigo, es decir se induce a la ilegalidad pues se legítima a grupos de invasores o mafias que se han venido apoderando de esos espacios, más aún se atenta contra el sagrado derecho a la propiedad privada. Fue necesaria la oportuna intervención de Rosa Ícela Rodríguez la Secretaria de Gobernación, quien matizó los efectos del plan al señalar que este no procede cuando exista denuncia del propietario original de invasión o despojo, en tanto la Presidenta Claudia Sheinbaum intenta frenar la polémica originada por el programa anunciado por el Infonavit, pues en declaración en la propia conferencia mañanera, señaló que la propiedad privada está resguardada porque está protegida por la constitución, la cual se tiene que resguardar, pues no se trata de quitarle una vivienda a quien le pertenece, eso tiene que quedar muy claro y que no haya duda respecto a eso, pues si bien existen unas 800,000 viviendas que en su mayoría no están ocupadas porque no se cubrió el crédito, es necesario resolver esa situación por los cauces legales. Ahora bien la problemática la generó el Infonavit que construyó viviendas alejadas de los centros de población, el abandono se debe principalmente a la falta de servicios, infraestructura y oportunidades laborales en las zonas donde se construyeron, así como a créditos impagables y problemas de calidad de vivienda pues La ubicación de muchas viviendas del Infonavit en zonas alejadas de centros urbanos, sin acceso a servicios básicos como transporte, escuelas, hospitales y centros de trabajo, dificulta la vida de los habitantes y los lleva a abandonarlas. En algunos casos, las viviendas se adjudicaron con créditos que resultaron demasiado onerosos para los trabajadores, lo que llevó al impago y al abandono, inclusive se han detectado viviendas con deficiencias estructurales o de construcción, lo que también contribuye a su abandono. Aunado a la falta de oportunidades laborales en la zona, el deterioro urbano y la inseguridad también pueden influir en la decisión de abandonar una vivienda por otra parte se han detectado casos de fraudes en la venta de viviendas o de reventa a precios muy bajos, lo que ha llevado a la pérdida de control sobre las propiedades y su posterior abandono. Recuérdese que las viviendas abandonadas se deterioran rápidamente, lo que afecta la imagen de la zona y genera problemas de inseguridad pues la zona se deprecia, lo que afecta a los propietarios que sí cumplieron con sus obligaciones, así el abandono de viviendas puede generar problemas sociales como vandalismo, invasiones y conflictos entre vecinos. De esta suerte el plan para la regularización de estas viviendas del infonavit, enfrenta el eterno dilema de dejar las cosas como están, en un completo desorden o intentar regularizar la situación con opciones que confrontan a los sectores conservadores de nuestra sociedad con los principios justicieros de la cuatro T, ante lo cual y en recuerdo del entrañable Carlos Monsiváis en su décimo quinto aniversario luctuoso cabe decir “o ya no entiendo lo que está pasando o ya pasó lo que estaba yo entendiendo." Es cuánto.

*Magistrado en retiro del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de México



Columnista:
René Tomás Pérez Ávila
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