Claudia Sheinbaum
Por el susto de un petardo,
en el palacio nacional,
muere Claudia Sheinbaum Pardo,
y hoy hay luto en general.
Está sola la Presidencia,
pues murió de un gran espanto,
hoy cambió su residencia,
del Palacio, al Camposanto.
De mujeres, la primera,
en gobernar esta nación,
ya no habrá más “mañanera”,
pero sí gran confusión.
Delfina Gómez.
Triste final de mortuorio,
pues trabajaba a toda hora
recorriendo el territorio
la activa Gobernadora.
Un domingo en su oficina,
de manera confianzuda,
dijo “vengo por ti, Delfina”
y se la llevó la huesuda.
Ella no se irá al infierno,
pues el cielo se ha ganado,
y en el Palacio de Gobierno,
todo el pueblo le ha llorado.
La Oposición.
De inteligencia muy estrecha,
lo demostró en su derrota,
por fin ha muerto la derecha,
por la que el pueblo ya no vota.
Hoy se pudre en su agujero,
por entregar el país
al interés extranjero,
y ahora el pueblo está feliz.
Prensa “fachia”
Algún día le llegaría
su muy merecido final
a esa rabiosa jauría
mediática y desleal.
Con prianistas fue lambiscona,
y con Morena, rabiosa,
su credibilidad en la lona,
por eso hoy muere muy furiosa.
Nunca hizo un trabajo pulcro
y hoy no la pueden sepultar
porque nadie en el sepulcro,
la puede ni quiere soportar.
Columnista: Alfonso Godínez Mendiola |
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