Leobardo Hernández 

Una consecuencia de las corruptelas al interior del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) es la construcción de zonas habitacionales fantasmas, debido al difícil acceso económico y geográfico, hecho que plantea frenar la reforma con las atribuciones al Infonavit para la construcción de desarrollos inmobiliarios sin dejar fuera de esta actividad al sector privado, sino regulando los proyectos. 

Dentro del esquema de corrupción expuesto por el director general del Infonavit, Octavio Romero Oropeza, en la mañanera del pueblo de este miércoles, también se exhibió a constructoras que dejaron pendientes proyectos de construcción de viviendas y recibieron el pago.

Esto como parte del programa Línea III, que consiste en financiar a constructores de vivienda para derechohabientes, se autorizaron 22 proyectos entre 2017 y 2018, que no han sido concluidos y que presentan adeudos vencidos con el Infonavit de 575 millones de pesos (mdp). Además existen 18 desarrolladores con adeudos por 768 mdp, esto como deficiencias en el seguimiento a pagos y aplicación de penalizaciones.

Para revertir esta situación, la reforma propone, expuso Oropeza, desarrollo de vivienda, que permita al Infonavit comprar terrenos, recibirlos en donación y construir, además de arrendamiento social con opción a compra, para que las y los trabajadores puedan rentar sin que el pago exceda el 30% de su salario.

Enfatizó que la creación de la constructora del Infonavit permitirá el desarrollo de proyectos habitacionales accesibles a las personas acreditadas que ganan menos, mismas que están orientadas a ubicaciones cercanas a centros de trabajo, y que cuenten con servicios básicos como agua, energía eléctrica y transporte público, en contraste con los que fueron construidos durante la época de colusión entre gobiernos e inmobiliarias que quedaron desiertos por carecer de estas bases.

 Esto debido a que, bajo el esquema donde predomina el interés empresarial, se dejaron de construir viviendas de interés social con valor de 550 mil pesos durante la última década, dando preferencia a desarrollos inmobiliarios de lujo. “Que se puedan construir viviendas de interés social y que no solamente el Infonavit sea un Fondo de Ahorro que distribuye recursos a desarrolladores inmobiliarios, sino que sea un Fondo de Ahorro que permita que los trabajadores puedan tener vivienda”, reforzó la presidenta Claudia Sheinbaum.

Lejos de relegar a las constructoras privadas, la presidenta planteó que la intención es coordinar un trabajo conjunto y ordenado entre la iniciativa pública y la industria particular. 

“Lo que nos interesa ahora es que sepan que el objetivo de la reforma a la ley es erradicar la corrupción, que sea transparente el uso de los recursos para los trabajadores, que son sus Fondos de Ahorro que permiten que puedan tener vivienda; y generar un esquema donde también participe la vivienda privada, los desarrolladores privados, sobre todo, estatales, sociales de vivienda, pero hacer vivienda social, que es el objetivo central del Infonavit” concluyó.

(Foto: presidencia)