Ana María López

La primera presidenta electa en la historia de México, Claudia Sheinbaum Pardo, recibió la constancia de validez que la acredita como tal, de manos de la presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Mónica Soto Fregoso.

En su mensaje en la sesión solmene de la Sala Superior del tribunal, Claudia Sheinbaum dijo que todas y todos debemos sentirnos orgullosas y orgullosos porque el pueblo mostró su conciencia cívica, su vocación democrática y el reconocimiento colectivo de su fuerza y su historia expresado en la contienda electoral del 2 de junio.

Agregó que esta es la primera vez en 200 años que recibe la constancia una mujer presidenta, “presidenta, con ‘a’”, recalcó. Reiteró la consigna con la que desde su campaña electoral hizo constar que su arribo al más alto encargo político de la nación es producto de la lucha de generaciones de mujeres mexicanas: No llego sola, llegamos todas, y subrayó que lo hace “nutrida de la fuerza que proviene de nuestras ancestras, nuestras abuelas, nuestras madres, nuestras hijas y nuestras nietas”. Me comprometo, puntualizó, a seguir construyendo igualdad y libertad para las mujeres de México.

Expuso que el voto popular del 2 de junio deja en claro que “la mayoría no quiere que regresen ni la corrupción ni los privilegios. Ese es el mandato y nos corresponde seguir haciéndolo realidad”.

Destacó su compromisos de seguir construyendo un México libre, de bienestar, de derechos, en paz, fraterno, independiente, soberano, democrático y justo; un México libre, y manifestó que “la libertad por la que votó la mayoría es la que puede ejercerse a plenitud en un régimen democrático y basado en lo derechos de las personas”.

También señalo que “seguiremos construyendo paz con justicia; justicia social, ambiental, para las mujeres, para todas las personas, y justicia igual para el pobre que para el rico. Un verdadero sistema de justicia, que sea igual para todas y para todos”.

Aseguró que “nadie debe temer a nada; al contrario, el futuro es promisorio”, y estableció su compromiso de “no defraudar y de poner todo mi empeño, conocimiento, corazón, esfuerzo, voluntad y hasta la vida misma para servir a mi patria y a mi pueblo”.

La presidenta electa de México estuvo acompañada por sus hijos Mariana y Rodrigo; su madre, Annie Pardo Cemo, y su esposo, Jesús María Tarriba, así como por integrantes de su gabinete, dirigentes del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, y mujeres representativas de la izquierda mexicana, entre ellas Ifigenia Martínez y Elena Poniatowska, entre otros asistentes.