Leobardo Hernández

 “Yo me siento muy-muy afortunada de que me haya tocado esta parte, este cambio”, asegura Leonor Monroy, capitalina de la Gustavo A. Madero, quien porta una lona con la fotografía del presidente. Es ama de casa y está consciente de ser parte de la historia, pues recuerda que “desde el desafuero estamos presentes con él todo el tiempo”.

 Para ella, el legado más grande de López Obrador es, “todos lo sabemos, ese humanismo del que él siempre habla, el que cada día la gente esté más contenta y se refleja en el día a día de todos nosotros. La gente es cada día más atenta, más humana, más solidaria. Ya no es como antes, que, pues cada quien veía por lo suyo y, pues, decían, ‘tí métete, mientras los tuyos estén bien que los demás no te importen’”.

 Reveló a Diario Portal que “Tuve la fortuna de ir a la inauguración del aeropuerto [Felipe Ángeles], estuvo increíble, yo me enamoré del aeropuerto”, hecho que consideró uno de los más grandes logros de la Cuarta Transformación, además de mencionar al Tren Maya, al interoceánico. Además celebró la construcción de carreteras en zonas de difícil acceso como Oaxaca, “que tantas falta les han hecho. Hoy por hoy Andrés Manuel le ha hecho justicia al sureste”.

 En tanto, Gerardo, quien es barrendero de la Ciudad de México, al preguntarle cómo despide el gobierno del tabasqueño, aseveró que “lo despido con un aplauso. todo fue perfectamente bien, los programas sociales, las ayudas de los adultos mayores; nadie se había acordado de ellos”.

 El hecho de rendir el informe de gobierno en la plaza pública le pareció sorprendente y positivo, “es la primera vez que un presidente sale a informar al pueblo todo lo que ha hecho, está bien”. Destacó que “en su gobierno se acabó la corrupción desde arriba, como dijo él, por eso muchos empresarios están llorando, porque ya no le está condonando impuestos.

 A diferencia de otros eventos del presidente, la gente permanece analítica y atenta al informe, la bulla se levanta cuando se mencionan datos como el apoyo a las personas con discapacidad, adultos mayores y estudiantes con lo que se ha reducido el índice de deserción escolar.

 Entre risas y visiblemente alegre, la mexiquense Carolina, quien es docente en la Universidad Nacional Autónoma de México, aseguró, respecto al final del sexenio, que “terminamos bien, hasta arriba”. Precisó que lo mejor de este gobierno “es el número de graduados que manejan; me parece excelente el sistema de educación que se está implementando”. Respecto a los apoyos a becarios, enfatizó, “me parece bien chingón que estudien todos, que todos vayan a la escuela”.

 Por su parte, Ricardo Bautista, de Coyoacán, Ciudad de México, rescató que la recaudación fiscal y el aumento al sueldo de los trabajadores han sido pilares fundamentales. Asimismo, se manifestó contento “porque es la primera vez que la izquierda gobierna al país; hay que recordar que la izquierda estaba proscrita; hasta la década de 1970 pudo participar en elecciones, y después estuvo sometida para impedir que llegaran a gobernar [...] es lo primero relevante [...] y dos: me parece que la plataforma que está dejando el actual representante del poder ejecutivo es sobresaliente para partir de ahí y continuar ahondando la transformación”. En este sentido, consideró positivo el arribo de Claudia Sheinbaum a la silla presidencial, con la confianza en su trayectoria como lideresa social y política, “me parece una mujer muy elocuente y capaz”.

“Tenemos que hacer valer nuestra colectividad para lograr los cambios que necesita la nación en beneficio de nosotros mismos”, fueron las palabra de Salomón Reyes, originario de Los Reyes La Paz, Estado de México, quien porta una pancarta “viejita” junto con su hermano, homónimo del gran escritor, Alfonso Reyes. “La traemos desde 2012, cuando fue lo de Peña Nieto. Antes ya habíamos apoyado en el 2006, cuando fue el terrible fraude que nos hicieron, entonces son más de 20 años que hemos venido luchando para hacer este cambio”, enfatiza emocionado, pues desde 2000 han seguido “los pasos de López”.

Como el líder social que es, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio su último informe de gobierno ante 140 mil personas en la plaza pública, donde no dejó de percibirse un ambiente festivo, pero nostálgico, emociones que manifiestan algunos asistentes a Diario Portal. 

Con la llegada de la gobernadora a la administración del Estado de México, tras casi un siglo de prianato, se muestra entusiasta y celebra que se está notando el cambio a prácticamente un año de la Cuarta Transformación en el Edomex.

 “Te lo voy a poner en un ejemplo fácil: la inundación de Chalco. Yo estoy yendo a trabajar ahorita a Chalco, y estaban duro los medios que no hacía nada, que no sé qué… Pues resulta que los gobiernos estatales, no recuerdo si fue Peña Nieto, mandaron a poner el drenaje en esas colonias que se inundaron, pues resulta que no les dejaron salida, ¡es un drenaje ciego! Entonces cómo no se iban a inundar [...] Ahora Delfina apenas vi que ya está conectando ese tubo al drenaje profundo, que es algo que no estaba. nada más hacían obras por hacer, se robaban el presupuesto, y no tenían ni razón de ser las obras”, subrayó.

 La plaza de la Constitución se vistió multicolor. Vestidos típicos de las diferentes regiones del país engalanaron el marco del último informe de gobierno. Mujeres de Oaxaca portaban los libros Gracias del presidente, orgullosas. “Somos de diferentes regiones, y estamos muy agradecidas con lo que ha hecho el presidente en Oaxaca”, dijo una de ellas mientras se acomodaba para una fotografía.

Uno de los acompañantes señaló que “estoy escuchando muy atento todo lo que se ha hecho en los seis años de su gobierno, un gobierno que ha hecho mucho por Oaxaca, mucho por México, y sobre todo mucho por los que estábamos olvidados y abandonados por los gobiernos anteriores”.

 No hubo discrepancias, ante la pregunta sobre la calificación al sexenio, el 10 fue unánime, excepto por una mujer que aprobó el mandato con 15. Así, entre el son de la batucada, baile y el ya consagrado grito “es un honor estar con obrador”, los asistentes fueron dejando el zócalo capitalino, que siempre ha sido suyo, aunque en otros tiempos, intentaron arrebatárselos.

(Foto: Leobardo Hernández)