Gabriela Landetta 

“Todos se quejan del agua, que no hay, que se secaron los manantiales, que desviaron las aguas, que están haciendo pozos profundos, pero no hay un estudio concreto que nos dé el resultado que se espera por parte de los ciudadanos, porque no se tiene el fondo del problema, que es la identificación de la tierra”. 

Así lo demostró Gilberto Mojica Sánchez, presidente de la asociación civil Guardias de la Biosfera, región forestal, ubicada en la Sierra de Nanchititla, al sur del Estado de México, quien destacó que en el caso de las tres cuencas que abastecen al Sistema Cutzamala ( Villa Victoria, Valle de Bravo-Amanalco y Temascaltepec) primero se debe revisar qué estado guarda la propiedad social en donde nacen esas cuencas. 

Por otro lado, se debe revisar la situación de la propiedad privada en donde nacen y quiénes son los dueños, “y si los ejidos vendieron algunos manantiales, lo más viable es que recuperen esas aguas, porque casi por lo general se están vendiendo a embotelladoras de refresco o de cerveza”, expresó en entrevista con Portal. 

En ese sentido, mencionó que están restaurando algunos espacios dentro de la sede de los Derechos Humanos del Agua, que se ubica en la cabecera municipal de Valle de Bravo, con el fin de que también pueda estar una representación del Registro Agrario Nacional, “para hacer llegar la verdadera problemática de la identificación del territorio”. 

Mojica Sánchez dijo que es necesario conocer quiénes son los dueños de la tierra de esas cuencas, y si un 50 por ciento es de propiedad social, entonces saber qué ejidos y comunidades son. “Pero ya muchas personas vendieron sus derechos, les estropearon sus derechos, les quitaron sus derechos, y ha sido todo por un mal manejo de la propiedad; ellos le han vendido a gente que tiene dinero”, expresó. 

Al respecto, mencionó que a partir de que se dio la certificación de terrenos en el año 2000, muchos ejidos se certificaron, “y entonces la tierra se pudo traspasar, porque aunque el certificado decía que era inalienable, imprescriptible e inembargable, esa tierra se podría traspasar si era toda la parcela”. 

Insistió en la importancia de conocer quiénes son los dueños de los terrenos en donde se ubican los manantiales que alimentan a las cuencas que, a su vez, abastecen al Sistema Cutzamala; si son ejidatarios o comuneros o si cedieron sus derechos, y a partir de ahí establecer estrategias que contribuyan a la recuperación de los afluentes.

“Llevo 35 años monitoreando manantiales, y el año pasado fue el más cruel de toda la historia porque se sacaron manantiales que nunca se habían secado. Ahorita los niveles están completamente mal, están muy bajos los caudales, por ejemplo, la de Valle de Bravo. El problema son los lagos privados y la extracción de miles de metros cúbicos de la presa, pero ya dijeron que no iban a dejar sacar agua.”, concluyó.

(Foto: web)