Ivan Joatzay

“Solo estamos aquí un momento, un pequeño momento que se extiende”, esta es una de las múltiples consignas de reflexión a través de las cuales, en aspiración a su titulación, actrices mexiquenses desean generar conciencia sobre el maltrato animal.

Bajo la dirección de Israel Ríos, Carolina Madrid y Leislie Carrasco, integrantes de ‘Artemía Teatro’, desarrollaron la puesta en escena ‘Lo que queda de nosotros’, un proyecto teatral mexicano que, originalmente creado por Sara Pinet y Alejandro Ricaño en 2014, plantea un discurso infantil hacia los vínculos emocionales que generamos con nuestros seres queridos y, sobre todo, hacia nuestras mascotas.

“El texto es maravilloso, creo que [la iniciativa] nació de eso. Yo me identifiqué mucho con Nata, todo el tiempo, creo que muchas veces hay una vida de no querer un vínculo, nadie está exento de alguna vez haber sentido eso y todos sí nos hemos sentido no pertenecientes a un lugar, es esa idea del querer alejarnos de todo y no generar un vínculo para protegernos”, explicó Carolina, intérprete de ‘Toto’, sobre la creación de la puesta en escena.

Bajo un enfoque familiar de drama y comedia blanca, ‘Lo que queda de nosotros’ habla sobre un reencuentro. Por dificultades de la vida, en su adolescencia, Nata pierde a sus padres y quiere cortar de largo todos los vínculos afectivos que la rodean para no volver a sentir dolor, esto incluye a Toto, un perro café de 3 patitas del que es dueña, sin embargo, cuando lo deja, se da cuenta de su error y comienza una travesía por volver a ver a su fiel amigo.

La resignificación de los vínculos animales

Como parte de sus objetivos las universitarias explicaron que, a través de su discurso, desean generar un impacto de cuestionamiento y resignificación hacia la violencia animal, la discriminación y el vinculo general que existe entre el ser humano y sus mascotas; el porqué las tenemos:

“Creo que llegó en un momento muy adecuado porque justamente están las protestas contra el maltrato animal y el testeo en ellos, es una causa libre de crueldad, y creo que es algo muy atinado a nuestra época porque anteriormente se trataba de una manera diferente a las mascotas. Ahora tenemos los perrihijos y los tenemos como parte de la familia, ya no están en un patio o una azotea, contra el viento y lluvias. Está descubriéndose ese sentido y ya se cuida más”, expuso Leislie, interprete de Nata.

Con una preparación de 8 meses para realizar el proyecto, las dos intérpretes del amor perruno expusieron que, entre las complicaciones, se desenvolvió una preparación muy compleja por dar vida a la historia de Nata y Tato, ya que, al interpretar a aproximadamente 7 personajes cada una, se requirió de una actuación especifica y versátil para, además de construir una historia completa, exponer las emociones de la tristeza y la incertidumbre tras perder a una mascota.

Asimismo, en el caso particular de Carolina, la puesta en escena demandó una preparación mucho más compleja en la que, con el uso de títeres en escena para representar a los animales, diversificó su forma de actuar en el escenario:

“Como actor normalmente puedes ver al público y a todo, pero como titiritera tienes que siempre darle el foco al personaje para que sea él quien hable, ¿no? Entonces es triangular entre mí, el personaje y el público, es complejo y por eso fue un proceso tardado, justo por buscar los códigos específicos para que sí se vea como un perrito de verdad”, explicó la actriz.

Del reconocimiento local al internacional

La obra es una adaptación fidedigna y explicita del proyecto original, nació como una iniciativa entre las dos egresadas, Carolina y Leslie, por aspirar a su titulación en la licenciatura de Artes Teatrales de la UAEMex en la modalidad de obra artística el pasado 31 de mayo. Tras su profesionalización académica y el buen recibimiento del proyecto, las actrices decidieron postularlo a competir en la edición numero 30 del ‘Festival Internacional de Teatro Universitario’ (FITU) realizado por la UNAM.

Tras una larga selección, donde compitieron con 125 obras postulantes, la puesta en escena mexiquense fue seleccionada junto con 2 proyectos más entre los finalistas para la categoría C4 “Montajes para las infancias”. Actualmente espera por presentarse en la competencia final el próximo 2 de septiembre en el Foro Sor Juana de la UNAM. Posteriormente, los mejores proyectos de cada categoría serán reconocidos el 10 de septiembre.

“Nos sentimos muy emocionadas de haber quedado, ellos vieron la función a través de un video y de esa manera nos seleccionaron, viendo las aptitudes para quedar en la convocatoria. Yo sí me siento emocionada pero nerviosa porque es algo que no habíamos experimentado. Del trabajo se van viendo resultados y son los pequeños brillos que vamos teniendo después de titularnos”, expresó Leislie.

(Foto: Ivan Joatzay)