Vanessa Baez

Ricardo fue detenido en el Estado de México un martes de 2016 a las 15:00 hrs. mientras se encontraba trabajando en una hojalatería. Los elementos que lo aprehendieron no presentaron una orden de aprehensión en su contra.

Hasta las 21:00 hrs. fue presentado en el Ministerio Público en Toluca tras haber sido víctima de una serie de golpizas y torturas.

Lo acusaron por delito de feminicidio y, al poco tiempo de su aprehensión, fue sentenciado a 72 años de prisión. Inicialmente se encontraba privado de su libertad en el Estado de México, pero hace dos años, fue trasladado sin motivo aparente al Penal Cereso 4 de Nayarit por ser un "preso de alto riesgo".

En el desarrollo de su caso sólo se presentó una prueba para señalarlo, la cual consistía en un solo testimonio.

"El día que lo acusan del delito fue martes, ese día él descansaba de la hojalatería y estaba en el mercado, como se dice, ‘chachareando’ (vendiendo artículos de segunda mano)", mencionó su madre.

Ricardo es una de las 33,600 personas privadas de su libertad en el Estado de México, la entidad con mayor población penitenciaria a nivel nacional, por encima de la Ciudad de México que tiene una cantidad de 22,600 reos y Jalisco con 13,400.

No obstante, como muchas personas encarceladas, no cuenta con escolaridad básica terminada.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL) realizada en 2021 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 69.9% de las personas presas no cuentan con estudios de educación básica culminados en preescolar, primaria, secundaria o media superior.

Este dato representa un indicador importante para interpretar las características de la población penitenciaria ya que, de acuerdo con activistas del colectivo "Haz Valer mi Libertad" que lucha por los derechos de personas injustamente presas, la falta de escolaridad, la pobreza, el color de piel y el lugar de origen son factores en común entre los reos.

Por otra parte, Francisca Sánchez, madre de Ricardo, ha solicitado en múltiples ocasiones la reapertura del caso de su hijo por las innumerables contradicciones y faltas de consistencia que hubo en el proceso:

"Exigimos que reabran su caso, no tenemos dinero, yo me caí hace un año y me rompí las manos, no puedo trabajar para irlo a ver, quiero que me ayuden para que me lo devuelvan para acá porque está muy lejos para irlo a ver", señaló.

(Foto: Vanessa Baez)