Miguel García Conejo
Vecinos del conjunto habitacional Misiones I, ubicado en Toluca denuncian la mala condición del pozo de agua que abastece a las familias, la cual, aseguran, ha generado entre la comunidad males como diarrea, infecciones en los ojos y en la piel; hoy viéndose obligados a comprar filtros o agua embotellada para realizar esas actividades.
Los inconformes denuncian que tienen en su poder un estudio realizado al líquido en el que les advierten que el agua contiene coliformes (bacterias como E.coli), pseudomonas (que pueden causar infecciones de vías aéreas superiores, como por ejemplo otitis; infecciones de las válvulas cardiacas, infecciones de vías urinarias, entre otras), además de hongos.
Exponen que viven esta situación desde hace más de siete años por lo que ya es insostenible, en una obra que les acercó la constructora ARA, con un valor por vivienda de hasta 1 millón 200 mil pesos por lo que hoy se sienten defraudados.
“Supuestamente nosotros como residentes, tanto la constructora como la administración, nos informaron que teníamos un pozo que nos abastece, pero desde hace dos años pedimos que nos dijeran dónde está ese pozo, ellos nos dicen que en el ‘predio Barboza’ pero nosotros no sabemos en dónde está. El pozo que vemos no nos abastece, vemos que luego incluso llenan pipas ahí, no sabemos a dónde se va el agua de ahí, porque a Misiones no es, creemos que abastece a otros fraccionamientos”, indicó uno de los afectados
Otra de las consecuencias es que se filtran aguas negras al subsuelo, esto luego de que acusan el cárcamo, cuyo objetivo es evitar que residuos como heces fecales lleguen al río Lerma, es ineficiente.
“Nunca hemos visto que el cárcamo esté en funcionamiento, nos damos vueltas constantemente y nunca se ha visto operando, incluso los vecinos que viven enfrente dicen que en las noches el olor es insoportable. Ellos han hecho pruebas de agua y dicen que el agua que nos llega es apta para el consumo humano, pero no es cierto, el agua sale negra, con sedimentos”.
El día de hoy los vecinos han colocado filtros, no solo en las tomas principales de agua, también en los tinacos y en cada grifo, esto los lleva a invertir entre 500 y mil pesos al mes, pero no ha sido suficiente.
En tanto para cepillarse los dientes, compran agua embotellada, esto luego de identificar que les aparecían úlceras en la boca al utilizar el agua de los tinacos.
Tan sólo en el conjunto urbano Misiones I existen mil 760 casas con un promedio de cuatro habitantes en cada una como muestra del problema que padecen diariamente las familias.
(Foto: Miguel García Conejo)
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