2021-10-12-circulo-feminista-alaide-foppa-12

Círculo Feminista Alaíde Foppa 11

Sociología cíclope y madres fundadoras

Por Claudia Elisa y Gabriela Alejandra López

Integrantes del Círculo Feminista Alaíde Foppa

Cuando pensamos la relación entre la sociología y el feminismo, éste último aparece frecuentemente reducido a la categoría de objeto de estudio y si bien el feminismo puede ser un objeto de estudio de la sociología, ha sido también, como señala la Dra. Raquel Güereca,  una de las fuerzas sociales del desarrollo de la teoría sociológica.

            Sin el feminismo, sin la consciencia de que las mujeres hemos sido borradas de la historia de la ciencia en general y de la historia de la sociología en particular, la teoría sociológica no hubiese logrado el mismo desarrollo. Para explicar este fenómeno Raquel Güereca utiliza la metáfora del cíclope: la sociología que solo recupera y valora las aportaciones de los hombres mira con un solo ojo, se pierde de una parte fundamental de la realidad.

            A propósito de ello, resulta fundamental empezar a cuestionar aspecto determinante en la formación de las y los sociólogos: la idea de los padres fundadores. Continuar hablando de padres fundadores implica reproducir esta sociología cíclope, debido a que en el origen de la disciplina es posible identificar trabajos de mujeres que bien pueden considerarse madres fundadoras.

             Harriet Martineau es uno de los nombres que deberíamos identificar con la misma facilidad que el de Durkheim, Weber o Marx. Martineau empezó a reflexionar sociológicamente desde una edad muy temprana y escribió el primer manual de sociología, no obstante, para la mayoría de las y los sociólogos resulta tan extraña, como desconocida.

            Otra investigadora que perfectamente podría aparecer entre las figuras fundantes de la disciplina sociológica es Beatrice Potter Webb, que realizó trabajos importantes sobre desigualdad y pobreza, manifestando siempre una postura crítica al modo de producción capitalista.

            Las “mujeres de chicago” entre las que se cuentan Anna Julia Cooper o Ida Wells-Barnett se preocuparon por el análisis de la discriminación y su complejidad, hicieron investigaciones relevantes sobre sexismo, clasismo, racismo y se convirtieron en un antecedente de las teorías feministas afroamericanas.

            O Marianne Schnitger, quien elaboró reflexiones sobre autoridad y autonomía en el matrimonio, el lugar de la mujer en la sociedad, la participación de las mujeres en la ciencia. Sumado a ello, tuvo un papel importantísimo en los círculos de discusión sociológica de su época, no obstante, todavía se sigue midiendo su importancia a partir de su vínculo matrimonial con el famoso Max Weber.  

            Estos son sólo algunos ejemplos que enfatizan la necesidad de dejar de practicar una sociología cíclope y hacer cada día más esfuerzos por reconocer y valorar el trabajo de las sociólogas que han hecho investigaciones relevantes desde el origen de la disciplina, pero que han sido borradas y minimizadas. No lograremos una sociología progresista hasta que seamos capaces de apreciar el trabajo de las madres fundadoras.

Referencias:

Güereca Torres, R. (2016). Claves para una sociología feminista. En: Blazquez Graf, N. y Castañeda Salgado, M. P. (coord.) (2016). Lecturas críticas de investigación feminista. UNAM.


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Nacional
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