Ximena Barragán
Aunque parecieran disciplinas completamente ajenas, la física puede apoyar a la medicina hasta el punto de proveer una solución a lo que pareciera imposible: la reducción del gasto en equipo médico utilizado por la primera linea de atención a pacientes con Covid-19.
Así lo demostraron un grupo de científicos y estudiantes, de 12 países (de Asía, Åfrica y Åmerica) que desarrollaron y donaron cabinas de luz ultravioleta C para desinfectar equipo médico.
Con el apoyo de la Fundación de The Optical Society, el grupo pudo comprobar que la luz ultravioleta C es capaz de interferir el ADN del virus Sars-Cov 2, hasta impedir su reproducción, dejando restos inertes e incapaces de enfermar a alguien en su lugar.
Así, al ser expuestos a la cantidad idónea de estas emisiones, y bajo las condiciones adecuadas, el equipo médico como mascarillas KN95 y batas de rafia, podrían ser desinfectadas y reutilizadas después de una jornada laboral.
A pesar de las limitantes condiciones, como el confinamiento y la distancia, los estudiantes, dirigidos por científicos calificados, como nuestro colaborador Eric Rosas, lograron coordinar esfuerzos en el momento más álgido de la pandemia (verano del 2020).
Dichos esfuerzos fueron documentados por un equipo de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia y compilados en el documental “La luz al final de la cabina” presentado y proyectado por primera ocasión el pasado 18 de junio de 2021 en la Cineteca Mexiquense.
(Foto: Ximena Barragán )
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