“Los campesinos son libres para denunciar, para no aceptar ninguna imposición de nadie, que los manden al carajo pues”, proclamó el presidente Andrés Manuel López Obrador tras recibir una denuncia de presuntas irregularidades sobre la administración del programa “Sembrando Vida” que, se dijo, obliga a los campesinos a comprar insumos con sobre precio a proveedores específicos.
Leobardo Hernández
El presidente fue incisivo en que la corrupción perneó en todas las esferas de la vida pública y reiteró “que me ayuden, como le solicito apoyo a todos los ciudadanos, para denunciar los casos de corrupción”. En el caso de los campesinos, se comprometió a dar seguimiento a la denuncia y manifestó que si el tema ya está en manos de la Secretaría de la Función Pública, no tardará en actuar contra los funcionarios que cometan este ilícito.
En este sentido, manifestó que la lucha contra la corrupción ha provocado movimientos reaccionarios de grupos empresariales disfrazados de Sociedad Civil que incluso han recurrido a la intromisión de potencias extranjeras para mermar la estructura del actual gobierno y preservar el régimen de robo que empobreció a los mexicanos durante más de 30 años.
Al respecto, informó que la nota diplomática enviada a Estados Unidos para exigir la explicación del financiamiento que mantiene su embajada a estos sectores no ha tenido respuesta, pero fue incisivo al referir que “vamos a seguir exigiendo que dejen de financiar a estos grupos políticos que están en contra de nosotros […] lo estoy de nuevo mencionando y no lo voy a dejar de decir hasta que yo tenga una respuesta, porque esto es una intromisión en la vida pública de México. México no es una colonia, no es un Estado asociado, México es un país independiente, libre, soberano”.
Sobre una posible intervención de la OEA tras recibir a uno de los candidatos de Nuevo León a la gubernatura de su estado (denunciado por repartir tarjetas a cambio del voto), quien acusó arbitrariedades del presidente ante el organismo; así como el aval del consejero del INE, Ciro Murayama, quien sostuvo que esta práctica no condiciona el voto, AMLO afirmó que no tiene nada que ocultar ante la comunidad internacional y que la FGR se encargará de investigar los delitos electorales al ser ahora considerados graves.
“Es muy importante el tema, la fiscalía tiene que resolver de acuerdo a la ley si es o no un delito. Yo considero que sí, no sólo es una violación legal, es una inmoralidad, porque el voto tiene que ser libre, la elección tiene que ser limpia”. Lamentó que la clase política continúe lucrando con la pobreza de la gente y llamó a impedir esta práctica.
Más tarde, el mandatario conmemoró los 700 años de la fundación de Tenochtitlan. Acompañado de Dilma Rousseff, ex presidenta de Brasil como invitada especial, expresó la solidaridad con la nación sudamericana que, bajo el gobierno neoliberal de Jair Bolsonaro, ha sufrido una catástrofe sanitaria por el indolente manejo de la pandemia Covid-19.
AMLO rememoró episodios históricos de México y destacó la profunda desigualdad imperante hasta nuestros días. Sin embargo, afirmó que la base cultural de todos los pueblos originarios del país ha sido factor para evitar un desastre mayor a pesar de los gobiernos saqueadores, y proclamó que esta Cuarta Transformación tiene por meta ser el principio del fin de las condiciones de indiferencia, racismo y latrocinio que han prevalecido contra los mexicanos más vulnerables.
(Foto: presidencia)
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