Se presentan oscuros densos dentro del globo terráqueo, los medios de comunicación bombardean en los ojos, fotografías que demuestran imprudencia en la población por las continuas y cada vez más frecuentes aglomeraciones en la capital de México. Al estar parados justo en una ciudad toluqueña que por motivos laborales, por desidia o razones a veces incomprensibles, la situación también se percibe de la misma manera. 

Aranxa Solleiro

Afuera del Hospital Mónica Pretelini se encuentran alrededor de treinta personas esperando un diagnóstico, un aviso sobre el progreso de una paciente o un ser que tiene horas de haber dado un primer respiro. Alrededor de cinco niños están en incubación por protección, porque sus madres al ser examinadas, dieron resultados positivos a la portación del virus SarS-CoV-2 o por ser sospechosas de infección. 

Las embarazadas desde inicios de la pandemia, se mencionaron como población de riesgo, quienes pueden tomar atención y permanecer con cuidados en casa, son envidiadas –a momentos- por aquellas que por necesidad deben de salir de sus hogares y continuar con su vida para darle un sustento al ser humano que llevan dentro de su vientre.  

Según lo indicado por el director del nosocomio, los neonatos pueden ser contagiados durante el tiempo de lactancia si es que la madre no cuida su higiene y pierde cuidado de su constante lavado de manos, tose por accidente sin cubrirse correctamete, estornuda o habla cerca de él. Sin embargo, también, en el momento justo saliendo del vientre, si la madre no está cubierta puede dispersar partículas de contaminación viral.  

De manera inmediata, los recién nacidos que pueden ser portadores, son llevados al área nombrada "Código Lila” en donde permanecen protegidos de toda exposición al virus. Se les baña, se les dan las dosis precisas de leche, se revisan sus niveles de oxigenación, el correcto funcionamiento de sus reacciones del sistema nervioso y toman pequeños baños de luz para obtener un poco de vitamina D y calor en su cuerpo.  

Sus partes son tan diminutas que a pesar de ello, despojan una escases de valentía y se enfrentan a un mundo caótico. Se han presentado casos positivos, empero, el trabajo de los médicos y enfermeras ha sido magno para salir adelante y no tener ningún deceso hasta el momento.   

La hora de la comida se lleva a cabo a las 3 de la tarde, cuando el banco de leche recibe la cantidad exacta de la leche de su madre y se le da a través de una jeringa especial para evitar un contacto directo con la enfermera que esté a cargo.  

Las madres con temor por ellas y sobre todo por sus hijos, se aferran solamente a la idea de visualizarse abrazando a su hijo o hija, dentro de las cuatro paredes de su hogar, donde saben que estarán tranquilas, pues ambos estarán juntos y nada impedirá su cuidado.  

Los neonatos, no obstante, deben tener cuidado también de no contraer alguna dificultad respiratoria, en tanto que la madre si padece una enfermedad pulmonar, podría afectar el nacimiento del recién nacido y ser considerados casos de parto prematuro, lo que impide el progreso correcto del desarrollo pulmonar y si no es atendido con el tiempo debido, podría asfixiar al neonato afectando también su sistema neuronal que repercute en secuelas a lo largo de su vida. 

La familia Sánchez, en espera de su recién nacido y de la notificación al dar de alta a la madre, les crea en el pecho un sentimiento de fe y resiliencia para que pronto todo termine y la luz sea la que impere en sus espíritus y hogares.  

La labor de las enfermeras, quienes por equipos se dividen en 6 y un médico de compañía, trabajan más de ocho horas sin descanso, la protección que deben portar les impide realizar sus labores como estaban acostumbradas antes de la pandemia, no obstante su pasión y vocación notable, las mantiene firmes con el mismo deseo de que sus pacientes salgan adelante.  

Heridas en las manos, el contorno de los ojos y la nariz, son tatuajes que permanecerán hasta el último día de su trayectoria laboral, sin embargo los Sánchez, así como cada uno de los pacientes que atendieron, estarán hasta el último respiro agradecidos. 

Según el Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades del Estado de México, hasta el 11 de octubre del presente año los estados con más número de casos de embarazadas e infectadas por Covid-19 son: la Ciudad de México con 812 casos y 16 defunciones, mientras que el Estado de México presenta 452 casos y 16 defunciones. Las causas de agravamiento para las pacientes fallecidas fueron: obesidad (18.1%), diabetes (8.7%), hipertensión (8.1%) y asma (4%).  

El cuidado para ellas entonces, debe continuar en un sentido exponencial pues de ellas depende la continuación futura de la vida humana.  

(Foto: Ricardo Castelan )