El movimiento del 68 representa un parteaguas en la madurez y consolidación de la  vida de la sociedad mexicana; en gran medida las libertades democráticas e incluso manifestaciones y protestas de hoy son un legado de ese momento, así lo destacó para Portal el profesor universitario y antropólogo de la UAEM, Antonio de Jesús Moreno.   

Miguel García Conejo 

“Que vuelva a tener un significado, tratar de empatarlo con las luchas modernas; hoy en día que estamos tan llenos de luchas modernas o esas mismas reivindicaciones de Ayotzinapa, tratar de empatarlo con nuestras nuevas circunstancias  y que esos nuevos parteaguas entren en contacto con la historia a fin de que no se olvide, y lo importante de no repetir este tipo de circunstancias por parte del estado”, lamentó.  

A 52 años de la matanza en la plaza de las tres Culturas, refirió, la necesidad de generar desde la academia y en las escuelas una estrategia para revitalizar y reinvindicar este pasaje de la historia en la formación de las nuevas generaciones, para empatarlo con las luchas modernas  que hoy, lamenta, se está perdiendo.  

“Sería importante revitalizar la memoria histórica. De lo que siempre ha adolecido el pueblo mexicano es de no tener memoria histórica, de no recordar la historia, de no tenerla presente y pues, desgraciadamente, las generaciones actuales no tienen en el radar la presencia de estos movimientos tan importantes para el estado mexicano”, declaró.  

El especialista lamentó que si bien el 68 marcó un antecedente en la vida contemporánea de México, los sexenios posteriores tienen al menos un antecedente igual de violento o represivo con páginas lamentables como la Masacre del Jueves de Corpus, el denominado Halconazo, la irrupción del EZLN, las masacre de Aguas Blancas y  Acteal, hasta el ultimo antecedente en el sexenio de Peña Nieto con el caso Ayotzinapa.   

(Foto: UNAM/ redes)