Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en promedio un hombre gana en el mercado formal 416 pesos por jornada laborada, en contraparte una mujer por la misma actividad solo recibe 363 pesos; es decir 53 pesos menos, para una brecha de diferencia, en pleno siglo XXI, de 14 por ciento menos. 

Miguel García Conejo 

En el marco del Día de la Igualdad Salarial, que se conmemora el 18 de septiembre; Karla Castañeda, especialista en género, violencia y políticas públicas, indicó que, si bien se ha avanzado en que las mujeres han entrado al mercado laboral, hoy ocupan otras áreas, puestos y direcciones, los salarios siguen  marcando  la diferencia que se hace con su contraparte varonil. La desigualdad salarial, advierte, expone a las mujeres a una mayor situación de violencia. 

“Es importante, en esta erradicación de la violencia de género, porque sería imposible pensar que es una mujer con un salario menor que un hombre o con salario precario pueda salir de una situación de violencia, y menos si tiene familia o hijos que con un salario precario o con un trabajo de medio tiempo, pueda separar o salirse de una situación de violencia en el hogar”. 

A la tendencia de la diferencia salarial, lamentó, se suma la determinación para no dar cargos gerenciales, o de dirección a las mujeres con el pretexto de que no permanecerán en los puestos por sus proyectos personales de formar una familia o ser madres. 

“Seguimos esta creencia de que las mujeres son débiles y entonces trabajan menos o producen menos, y otras razones como que las mujeres, se piensa, en un futuro buscan una familia, y entonces, sí podría ser directora, podría ser gerente; pero, como va a ser mamá, pues mejor le damos ese puesto a un hombre”. 

Llamó a la estructuración de una política de género al interior de cada espacio, con programas de perspectiva que garanticen esta equidad salarial entre sexos. 

(Foto: Miguel García Conejo)