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Las tendencias en consumo cárnico y sus consecuencias en el medio ambiente

El exceso de demanda de carne inevitablemente llevará las temperaturas globales a niveles peligrosos, ha advertido un estudio reciente, instando a los gobiernos reacios a tomar medidas.

Aranxa Albarrán

La creciente población mundial está planteando un gran desafío a los agricultores. Un informe publicado en noviembre de 2015 por Chatham House, y el Glasgow University Media Group, examinó la interconexión entre la carne y el consumo de lácteos con el cambio climático.

Casi un tercio de la tierra cultivada en el mundo se utiliza para cultivar alimento para animales. A nivel mundial, sólo se espera que los problemas asociados con el aumento del consumo de carne empeoren. "Se prevé que el consumo mundial de carne aumente un 76% en los niveles recientes a mediados de siglo.

Una "transición proteica" se está reproduciendo en todo el mundo en desarrollo: a medida que aumentan los ingresos, el consumo de carne está aumentando", dice el informe Chatham House. Si bien la demanda de carne en el mundo desarrollado ha alcanzado una meseta, el consumo allí se ha estabilizado a un nivel que se considera "excesivo", advierte el informe.

Esto hará que sea más difícil cumplir el objetivo de las Naciones Unidas de limitar los aumentos de temperatura globales por debajo de los 2° C, en comparación con los niveles preindustriales.

Cómo afecta la agricultura al cambio climático

La agricultura contribuye al 10 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la industria, principalmente mediante la producción de dos potentes gases de efecto invernadero: el metano (CH4) –de los procesos de digestión del ganado y el estiércol animal almacenado, y el óxido nitroso (N2O) – a partir de fertilizantes orgánicos y minerales de nitrógeno.

Según la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), el consumo de carne y productos lácteos aportó cerca del 25 % de los impactos medioambientales del consumo total de todos los bienes y servicios.

Por ejemplo, la producción de 1 kg de carne de vacuno requiere 617 litros de agua, una medida conocida como la huella de agua azul.

En el plano de las políticas, el informe dice que el cambio de dietas requerirá "estrategias integrales" que combinen la promoción de alternativas no cárnicas en los supermercados con otras iniciativas para apuntalar el precio de la carne.

Entre ellas figuran la "eliminación de subvenciones directas o indirectas al sector ganadero", la subvención de alternativas vegetales o "intervenciones para aumentar el precio de la carne y otros productos insostenibles, como un impuesto al carbono".  Mencionó.

Foto: Aranxa Albarrán


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