“La probabilidad es la verdadera guía de la vida” Cicerón. 

Don Dámaso  

Tomar cartas en el asunto: México al rojo vivo. Impactante la portada del semanario PROCESO, la fotografía aderezada con el atril presidencial vacío. Ayer también llamaron la atención sendas opiniones publicadas por el diario REFORMA, la primera de ellas por  Gabriel Zaid, titulada “Pifias presidenciales”; la segunda, por  Enrique Krauze “ Octavio Paz y la izquierda”. Imaginemos por un momento que las referencias periodísticas ya citadas, fueran una especie de ingredientes para una salsa molcajeteada muy al estilo mexicano. 

Entonces, nos dispondríamos a saborear el mejor platillo mexicano con el que también estaríamos llegando a la profundidad de los coloridos sabores de la identidad y la cultura mexicana; a este banquete le llamaríamos “El Perfil del Hombre y la Cultura en México” de Samuel Ramos. 

Estimado lector, ruego su comprensión, ya que justamente en el momento que escribo esta entrega, disfruto de un almuerzo dominguero muy mexicano, con tacos de chicharrón  y, no invito para  no escuchar reclamos, con eso de que no hay salsa que les acomode. Pero volvamos al filósofo Ramos. 

Algún día llegué a leer que Octavio Paz, sin el menor recato, comentó que su famoso Laberinto de la Soledad, había sido una especie de copy- paste de la magistral obra escrita por el filósofo michoacano Samuel Ramos en 1934, 16 años antes de que Paz publicara su ensayo sobre la identidad del mexicano. 

Quien también fuera director de la facultad de filosofía y letras de la UNAM, nos sumerge en su libro en una suerte de recorrido por el territorio nacional, para modelar al mexicano con el que se llegaba a cruzar.  

Ya que están de moda los semáforos, el rojo que tiñe el territorio nacional, nos obliga a los mexicanos a que hagamos un alto en el camino y reflexionar sobre nuestro destino. 

Para ello, partamos de tres hipótesis fundamentales que sobre la psicología mexicana plantea Ramos:  

“Los hombres no acostumbrados a la crítica creen que todo lo que no es elogio va en contra de ellos, cuando muchas veces elogiarlos es la manera más segura de ir en contra de ellos, de causarles daño”. 

“La psicología del mexicano es resultante de las acciones para ocultar un sentimiento de inferioridad… la vida le ha sido hostil por todos lados, y su actitud ante ella es un negro resentimiento ”. 

“Es indiferente a los sentimientos de la colectividad y su acción es siempre de sentido individualista”. 

Gabriel Zaid concluye su columna así: “En la mesa de billar se comete una pifia cuando el tiro inspirado y calculador falla”. Ramos citando a su vez a Justo Sierra nos refresca de esta manera la memoria: “…abundan los periodos de nuestra historia en que las repeticiones de los mismos errores, de las mismas culpas, con su lúgubre monotonía comprimen el corazón de amargura y de pena”.  A lo largo de todo este estudio, el filósofo purépecha insiste: “Cuando los fracasos pasan a la dimensión colectiva, agravan el sentimiento de inferioridad”. 

Krauze citando a Paz: “La izquierda mexicana (…) tendría que repudiar su pasado estalinista. Repudiarlo en serio a través de un análisis severo y no, como hasta ahora, con fórmulas huecas como la del “culto a la personalidad”. Tendría que romper con los regímenes totalitarios que han usurpado el nombre del socialismo”. Al respecto, nuestra comprensión de la preocupación de Ramos radica en que: “El mexicano es un hombre que durante años se ha empeñado sistemáticamente en contrariar su destino”. 

Pero, para fortuna de todos los mexicanos, se avecina un nuevo amanecer, en donde la mujer mexicana correrá las cortinas de ese cuarto obscuro en el que deambulamos, y pararnos frente al espejo para que, siguiendo con Ramos, salgamos de ese falso, esa posición inestable centrada en el yo, desatendiendo la realidad. 

Mujeres agudas ya han dado muestras de valentía y firmeza en la defensa de nuestras libertades y derechos, no en vano, este fin de semana se dieron cita en más de 60 ciudades del país, a través de caravanas de vehículos, atendiendo a la convocatoria del viajero que ha tomado la ruta del sur, la de sus propios datos, la de su brújula bolivariana. 

“Si viviéramos cómo habría que vivir, no tendríamos que buscar refugio en la certidumbre totalitaria para protegernos de la conciencia de nuestra propia mediocridad e ignorancia”. 

Jordan Peterson 

Twitter: @dondamaso40

 Foto: Esteban Lopez en Unsplash