2020-05-18-la-onda-plana-28

La Onda Plana 54

Científicos mexicanos bajo fuego 

Eric Rosas

Este 14 de mayo circuló la noticia de que la Dra. María del Carmen de la Peza Casares, secretaria ejecutiva del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), envió un oficio a sus integrantes solicitándoles la donación de hasta tres meses de sus estímulos económicos para apoyar al personal de la salud que está enfrentando a la pandemia de la Covid-19 en primera línea. El oficio cita que acumulando los donativos mensuales de mayo, junio y julio, podrían reunirse hasta mil 650 millones de pesos mexicanos, y proporciona una cuenta del banco cuyo titular es el "Patrimonio de la beneficencia pública" para realizar los depósitos "sugeridos". El documento también contradice al presidente López y al subsecretario López-Gatell, quienes han mencionado que estamos próximos a superar la pandemia e inclusive han anunciado ya un plan para terminar el confinamiento. El documento precisa que: "... muchas regiones del país no han entrado en la fase de expansión de la pandemia y que progresivamente se irá incrementando el número de casos. ...", motivo por el que la también directora adjunta de Desarrollo Científico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), agradece la contribución. 

El SNI es un programa de becas creado en 1984 por el CONACyT con la finalidad de estimular el incremento de la calidad de la investigación que se realizaba en ese entonces en nuestro país y, al mismo tiempo, paliar los deplorables salarios que tradicionalmente han tenido los científicos mexicanos, mediante el otorgamiento de un estipendio mensual que con el paso de los años se ha vuelto parte proporcional significativa de los ingresos de estos destacados científicos, quienes destinan una parte importante de la etapa juvenil de sus vidas a formarse a profundidad en sus campos de especialización y eso termina por dejarlos en una situación desventajosa dentro del actual mercado laboral mexicano.  

Luego del despojo de los fideicomisos para ciencia y tecnología, este "pase de charola" a la comunidad científica más productiva de México podría ser la gota que derrame el vaso en la que ha sido una nutrida y prolongada serie de agresiones que la actual administración federal ha lanzado en contra de una de las comunidades más capacitadas e informadas de la nación, y que refleja el menosprecio que el presidente López parece tener por el conocimiento y por quienes lo generan desde las aulas y los laboratorios de las instituciones de educación superior y los centros públicos de investigación. Nunca en los sexenios más recientes el presupuesto destinado en nuestro país a la ciencia y la tecnología había sido tan paupérrimo como el que el pasado 2019 López asignó a este sector, de apenas el 0.2 % del producto interno bruto de México, conforme a los registros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que dista mucho de los máximos otorgados por los gobiernos de Fox, Calderón y Peña: de 0.40 % en 2005, 0.49 % en 2010 y 0.44 % en 2014, respectivamente, y se aleja aún más del 1 % mínimo recomendado por la OCDE y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia  la Cultura. 

Los científicos mexicanos se encuentran pues bajo un fuego incesante, motivado quizá por el odio y la envidia que se nutren de la ignorancia y la incompetencia, y que se ejecuta desde el CONACyT con la complacencia de López y ante el silencio cómplice de tantos otros actores políticos en los ámbitos federal y estatal. 

Lo anterior, dicho sin aberraciones. 

e.rosas@prodigy.net.mx 
Twitter: @DrEricRosas 


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