ESCALANDO ESTRELLAS ®
Una tarde más que se vuelve noche con mis brazos abrasando tu cuerpo, miradas incandescentes nos iluminan en la isla desierta que habitamos cuando somos prófugos de la realidad que vivimos separados, aprovechamos el lugar que nos dan las palabras, hay momentos que nuestras sonrisas hacen eco y sonrojan nuestras mejillas lo suficiente para hacer de los labios un beso y del tiempo polvo…
La saliva y la tierra se mezclan, nuestras manos juegan a descubrir las veredas donde reposan las ganas y el deseo, nos volvemos una historia fértil al iniciar la oscuridad, en el camino al paraíso cuentas doce estrellas, yo te propongo 20 poemas de amor y una canción desesperada para continuar el camino hasta llegar a tus labios, tú colocas el firmamento para amortiguar la caída por si resbalábamos en el intento de sentir… el cielo lleno de luciérnagas es un incendio en el corazón al llegar la luna y nuestras serpientes se atan mientras la manzana es la tentación que se disputan nuestras palmas…
Deslizo lentamente mi nariz en la v de tus caderas hasta lograr acercarte mi piel, como imán se mezclan licores de sabores salados, despacio separo tus constelaciones, mi boca desesperadamente busca tu sabia, lentamente pruebo los pétalos de ti, ligero liquido saboreo mientras aprietas mi mano y jalas mi cabello. Manipulas mi cuello y mi lengua sigue el juego, buscando escapatoria en el mar de tu veneno, te abrazo fuertemente mientras marcas tus uñas en mi espalda.
Beso tu cuello, una pequeña mordida en mi hombro me avisa que me sientes, se desliza lentamente tu sexo en el mío, va tomando ritmo y en búsqueda de lo más recóndito, se acelera el momento, pinceladas de rocío nos concede el cuerpo, acciones desmedidas se desencadenan en lo subterráneo de nuestros seres: fuertes caricias, rasguños pequeños, jalones de cabello, todo en segundos, de momento todo se vuelve suave, el ritmo se pierde por un instante, las caricias ligeras hacen su aparición cuando desvaneces tus piernas hasta llegar a la tierra húmeda.
Desgastados por la precipitación que alimenta la piel tomamos aire uno del otro y nos desvanecemos en la colcha. No es simple colgar de la luna escalando estrellas, no es simple pensar en la canción desesperada… en el camino al paraíso creamos un soneto de amor, entre los versos y besos el azul de la noche en la luz de los deseos dejan cicatrices que derraman sangre, sentimientos y un lindo castigo, el perder la vida en un suspiro, en una docena estrellas, en una alma.
(Foto: Jeremy Thomas en Unsplash)
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