Debido a que, desde el gobierno federal se cancelaron programas como Comedores Comunitarios y la entrega de despensas, que formaban parte de la Cruzada contra el hambre, las familias con pobreza alimentaria han optado por acercarse al Banco de Alimentos con la finalidad de asegurar su comida. 

Miguel García Conejo  

Así lo reconoció Alberto Canul, director del Banco de alimentos en el Estado de México, al destacar que tan solo en 2019 aumentaron hasta 10 por ciento los beneficiarios de la Institución de asistencia privada. 

Actualmente, el Banco de Alimentos atiende 500 comunidades en todo el estado con más de 28 mil familias beneficiadas y seleccionadas acorde a su nivel socioeconómico, en 47 municipios de la zona poniente de la entidad, principalmente en la zona Mazahua. 

Asimismo, reconoció que actual situación económica que se vive en el país también ha hecho que las empresas estén apoyando más, quizás derivado en qué hay bajas ventas de ciertos productos que no son de primera necesidad, como el yogurt. 

“Este año ha sido un poco difícil para nosotros en cuestión de poder apoyar a tantas personas que lo están solicitando, yo siento que, debido a los recortes presupuestales federales, que quitaron los comedores comunitarios y las despensas que se estaban entregando, todo eso hizo que mucha gente ahorita esté solicitando”. 

Destacó que desde grandes compañías hasta locatarios de la Centra de Abasto han aumentado sus donaciones, por lo que se han logrado incrementar el número de beneficiarios. Esto, de la mano de la ley de Recuperación de Productos, que se publicó en junio de este año y que entra en vigor en 2020. 

(Foto: Redes)