La menor que se iba a casar este sábado con un hombre de 45 años en la Parroquia de San Cristóbal Tecolit, en Zinacantepec, ya se encuentra en resguardo de sus padres, por lo que el DIF estatal estará monitoreando a la familia y se le dará seguimiento, sin embargo, este caso prendió las alarmas de activistas sociales por la violación a los derechos de los niños y adolescentes que el matrimonio infantil representa. 

Miguel García Conejo 

En ese sentido, Ángeles Bravo, representante del Frente Nacional por la Familia en el Estado de México, consideró que este fenómeno debe atacarse desde lo social, dado a que las instituciones tanto gubernamentales como religiosas han hecho su parte prohibiéndolo. 

“Hay un trabajo bien importante que hay que hacer de fondo con la sociedad, ¿dónde están los papás de esta niña? ¿Por qué tiene una relación con un adulto? ¿En qué momento a la familia le pareció bien, a todos los adultos que la acompañaron a hacer el trámite? ¿Qué pasó con toda esa familia? Está muy mal lo qué pasó a nivel parroquial, pero está peor lo que pasó a nivel social”. 

La también activista en favor de la familia y el matrimonio tradicional sostuvo que al ser una práctica que vulnera los derechos de las niñas, niños y adolescentes, se deben garantizar en cualquier sentido la totalidad de estos, con un interés superior. 

“Eso es ilegal, en todos los sentidos es ilegal, no lo permite la ley civil y además lo consultamos, también es ilegal por parte de la iglesia. No sabemos exactamente qué pasó, vimos la nota, pero efectivamente eso es ilegal, pues atenta contra de la integridad de los menores”. 

Si bien la Arquidiócesis de Toluca aseguró que se trató de un error el que se corrieran las amonestaciones, asegurando que su normatividad prohíbe este tipo de enlaces matrimoniales, la realidad es que aún se presentan casos similares en especial en el sur mexiquense y en el municipio de San José del Rincón. 

De acuerdo con cifras de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), hasta 2016, en el país 23 mil 605 niñas de 12 a 14 años están casadas, viven en unión libre o se encuentran separadas de su pareja, es decir, no son solteras, y corren riesgos graves como embarazos y partos prematuros, muerte por gestación o complicaciones en el parto, deserción escolar y la reproducción de la pobreza en su descendencia. 

(Foto: José Uribe)