¿Son confiables los elementos de la Guardia Nacional para garantizar la seguridad?
Con la conformación de la Guardia Nacional se alentaron esperanzas de que se elevarían las condiciones de seguridad en México y, en consecuencia, disminuyeran los índices de criminalidad y asesinatos, pero la realidad es que el año 2019 pasará a la historia como el más violento por el número de homicidios en el país.
Surge entonces la pregunta sobre la capacidad y confiabilidad de policías, militares y marinos que conforman la Guardia Nacional y los nulos resultados que han arrojado en el corto periodo en funciones.
Una institución de esta naturaleza requiere de un mando firme, experimentado, con capacidad de decisión, pero hasta ahora se asemeja más bien a un monstruo de cien cabezas, y en un tema tan delicado como lo es la seguridad de las familias mexicanas, resulta de atención y corrección inmediata para garantizar los resultados ofrecidos por la autoridad y esperados por la sociedad.
En 2014, los expertos de la Conferencia Nacional de Seguridad Pública Municipal en voz de su presidenta, la alcaldesa toluqueña, Martha Hilda González Calderón, aconsejaban atender seis temas fundamentales, que hoy cobran mayor urgencia:
Tener información clara del territorio; o sea, diagnosticar puntualmente índices delictivos, zonas de conflicto, victimización y percepción de seguridad.
Lograr la participación ciudadana y construir ciudadanía fomentando los valores cívicos para prevenir las conductas antisociales y lograr la convivencia armónica con respeto al Estado de Derecho.
Urbanismo de prevención, para rescatar los espacios públicos y reinstalar en ellos el esparcimiento, la cultura, el deporte y la convivencia perdidos.
La profesionalización policial, para que los elementos de seguridad sean reconocidos y respetados por la ciudadanía, pero que también puedan responder a los grupos delictivos con inteligencia, uso adecuado de la fuerza y los instrumentos de que disponen y con respeto a los Derechos Humanos.
Coordinación de mandos en los distintos cuerpos policiales para enlazar y potenciar los esfuerzos y recursos disponibles en favor del objetivo común: la seguridad pública.
La coordinación interinstitucional de todos los ámbitos de gobierno, para abordar la seguridad como un problema social complejo y relacionado con aspectos socioeconómicos y políticos de urgente atención.
El buen trabajo en materia de seguridad nos debe llevar a una convivencia pacífica, en libertad, justicia y democracia. Así de relevante es el tema.
*Licenciado y Maestro en Periodismo
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