“Le arrancaron la justicia a la memoria de mi hermano”, así lo lamentó Alfredo Martínez, hermano de Carlos Eduardo, un joven de apenas 15 años quien fue secuestrado y asesinado en febrero del 2013, y es que se dio a conocer la liberación de uno de los implicados en el crimen “por falta de pruebas”.
Redacción
Miguel García Conejo
El 14 de febrero del 2013, Carlos Eduardo fue secuestrado a las puertas del colegio María Montessori, uno de los más prestigiosos de Toluca. Durante tres días, los secuestradores exigieron rescate. Primero pidieron 10 millones de pesos, luego cinco, y al tercer día, dos. Al no ver respuesta, dejaron de llamar a la familia.
Seis meses después, el cuerpo del adolescente fue identificado
El cadáver fue recogido en la barranca del puente Calderón, en la autopista Tenango-Ixtapan, donde los secuestradores habrían obligado al menor a tirarse. Para su familia, lo peor es que estuvo medio año en las instalaciones del Servicio Médico Forense como “no identificado”.
“Vamos a seguir con esta lucha como lo hechos hecho desde febrero del 2013, vamos a buscar revivir el caso, pero sobre todo lo terrible y aberrante que fue”, finalizó el hermano de Carlos Eduardo.
En septiembre de 2017, tras cuatro años y ocho meses prófugo, el quinto implicado en el secuestro y posterior homicidio del joven Carlos Eduardo, de apenas 15 años, fue detenido, sin embargo, ya recuperó su libertad por falta de pruebas.
De acuerdo con la familia del ex estudiante del Colegio Montessori, de dónde fue sustraído con engaños, el 9 de octubre Erick N. salió del penal de Almoloya luego de que la jueza María Alejandra Carrillo García determinara que no tenía los elementos suficientes para condenarlo.
“El 9 de octubre salió, hay una mala actuación del ministerio público, nuestra representación social no estuvo a la altura de las circunstancias, lo que nos queda es apelar, revivir el caso, imagínate que nuestro representante legal y los agentes del Ministerio Público no fueron a las ultimas audiencias”, denunció Alfredo Martínez.
El joven aseguró que buscarán una orden de reaprehensión por medio de la apelación, toda vez que Erick N. es el propietario de la casa de seguridad -ubicada en San Mateo Atenco- en la que estuvo cautivo Carlos Eduardo, la línea telefónica de la que llamaron para hacer la “prueba de vida” y así cobrar el rescate está a su nombre, y sus cómplices, cuatro ya sentenciados, lo señalaron como quien “ejecutó” a la víctima, arrojándolo aún con vida del Puente de Calderón.
“La ineptitud y mediocridad a la hora de desenvolverse fue determinante para que llegáramos a la liberación del quinto asesino. Es una ofensa, una aberración, para la memoria de Carlos Eduardo, después de lo que sufrió, de lo que nosotros vivimos, tuvimos este bodrio de juicio”, reprochó.
Hoy solo cuatro de los implicados en el caso purgan una sentencia de 55 años de prisión. Beatriz Alejandra Morales Sendo, quien enganchó a Carlos Eduardo pues era amiga de la familia; Margarito Salas Reyes, Emilio Victoria Rodríguez y Silverio Victoria Hernández, están presos en el Penal de Santiaguito.
(Foto: Redes)
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