Acrobacia materna
Lolbé González
Mi madre nunca pudo tener una cartera pequeña.
Ahí tenía que caber el destino de una familia de burócratas.
Era malabarista o maga
y, sin mirar,
sacaba de la chistera la tarjeta adecuada
según la fecha de corte.
Nos echaba la suerte a meses sin intereses.
Ponía en nuestro presente la lavadora,
la sala nueva, el comedor
y en el futuro las mensualidades congeladas.
¿Alguna vez han visto que nos llamen del banco para cobrar?
decía mirando al público.