Cantar las cuarenta

Jugando con las cartas boca arriba: Simpatizamos con el pensamiento del filósofo André Compte Sponville: “Es mejor apoyar a los políticos que criticarlos continuamente”; sin embargo, después de un año de observar incongruencias, ausencia de humildad y un ánimo exacerbado por seguir privilegiando el odio y el rencor que divide cada día más a los mexicanos, me temo que resulta muy cuesta arriba atender la reflexión del filósofo francés. Además, es evidente lo declarado al diario “El País” por Erika Guevara, Directora para las Américas de Amnistía Internacional: “Vemos una incongruencia abismal entre lo que el gobierno dice y lo que luego hace”; así se erosiona la autoridad moral, que debe sustentarse en la congruencia entre el decir y el hacer. No deja de ser preocupante que el odio es una parte importante del proceso que conduce a una ruptura social y, en último término, a la tiranía.

Don Dámaso

Por eso consideramos que el libro “Hacia una Economía moral” que propone quien encabeza la que ha llamado “La cuarta transformación” queda a deber tanto en materia económica y en lo moral. Más bien pareciera un tomo semejante a un “Caballo de Troya”, que lleva en su interior, sus verdaderas intenciones trinitarias: La sumisión total del individuo al Estado. Una economía estatizada, unificada y jerarquizada, dirigida por una autoridad concentrada que decide de antemano la dirección que tomará la marcha del país. Buscando privar a la ciudadanía, de toda autonomía económica, tocando la puerta, cual evangelizadores, para dar clases de moral, el Estado totalitario los condena a la esclavitud política.

No se identifica una estrategia integral, basada en un pensamiento sistémico que genere los “gatillos” suficientes y necesarios para el crecimiento económico. Apela a experiencias y propuestas de hace un siglo, alejadas de un mundo cada día más globalizado, con una toma de decisiones al alcance de un “teclado” en un orden mundial hoy lidereado por tres actores fundamentales: nuestro vecino del norte y los poderosos vecinos del hemisferio oriental Rusia y China.

A manera de muestra ilustrativa, que no limitativa, glosamos frases extraídas del libro que chocan con la “incómoda” realidad:

Hace una crítica a los mecanismos perversos de control y manipulación con fines electorales.
Su crítica a la educación en tiempos del neoliberalismo señala que era perversa, ya que mientras más ignorantes, más manipulables.
Asume la responsabilidad de construir un nuevo ordenamiento político y de convivencia, acompañado de un modelo viable de desarrollo económico.
Al contrario de lo que pudiera suponerse, esta nueva etapa la hemos iniciado sin perseguir a nadie, porque no apostamos a la simulación ni a las medidas espectaculares y escandalosas.

La regeneración verdadera y radical de la vida pública de México, la construcción de una nueva patria, la reactivación económica y la pacificación del país.
Declara que no es su fuerte la venganza, y que, si bien no olvido, soy partidario del perdón y de la indulgencia.
Recuerda a Benito Juárez: “…no pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa…”
Se compromete a que el Poder Ejecutivo no deba inmiscuirse en las decisiones de los otros poderes, …Se manifiesta en contra de la utilización facciosa de las instituciones.
Se compromete a respetar la libertad de expresión. “Además, nosotros, que padecimos tanto del poder y del hampa del periodismo, seríamos incongruentes y pareceríamos vengativos si actuáramos igual” (8 reconocidos periodistas acotados en su actividad).

“El paradigma que estamos construyendo se basa en la convicción de que es más fuerte la generosidad que el egoísmo, más poderosa la empatía que el odio, más eficiente la colaboración que la competencia, más constructiva la libertad que la prohibición y más fructífera la confianza que la desconfianza”.
Se compromete a la reactivación económica y a lograr que la economía vuelva a crecer a tasas aceptable. En su edición dominical “El País”, en su primera plana de la sección de negocios plasma: “México: un año perdido. López Obrador, que llegó al poder con la promesa de un gran crecimiento, se da de bruces con una economía en recesión, que dificulta su ambiciosa agenda social”.