Según lo reportado por la Secretaría de Gobernación del Gobierno de México, el estado de México se ubica en el segundo lugar en el país con más casos de personas desaparecidas y no localizadas al tener registradas 7 mil 737, después de Jalisco que presenta 11 mil 306 al día 19 de noviembre del presente año.
Aranxa Solleiro
De los municipios con hallazgos de fosas clandestinas en la entidad mexiquense, se encuentran Tecámac, Temascaltepec y San Simón de Guerrero.
Para las familias de las víctimas, la búsqueda de sus hijos, padres y hermanos, continúa a pesar de un tiempo pandémico, pues su descanso no será hasta saber el paradero de éstas. En el Estado de México, se han conformado oficialmente cuatro colectivos y organizaciones de familias y grupos sociales de personas desaparecidas, los cuales se mencionan a continuación: Uniendo Esperanza del Estado de México, Deudos y Defensores por la Dignidad de Nuestros Desaparecidos, Alondras Unidas en Búsqueda y Justicia de Nuestros Desaparecidos y Red Eslabones por los Derechos Humanos Estado de México. No obstante, cada año se conforma uno nuevo, pues al menos diario una persona desaparece en la entidad.
A pesar del trabajo de colectivos y grupos en conjunto con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en variadas actividades como: visitas a Centros de Salud Mental, acompañamiento a Servicios Médicos Forenses y búsqueda de en fosas clandestinas, los familiares siguen su camino por senderos desconocidos, por zonas que poco han dilucidado para hallar por lo menos un rastro de sus hijos, padres y hermanos.
De tal manera es indispensable considerar como sociedad civil, la lucha y esfuerzo diario de los colectivos y grupos sociales, para aportar con apoyos necesarios y permitan la continuación de su búsqueda.
Para ello, la organización Movimiento por nuestros desaparecidos en México, ha publicado, la importancia de ayudar a familias que se dedican a buscar a sus seres queridos, sobre todo en un tiempo de pandemia donde no solo confluyen con un riesgo de afectación a su integridad y seguridad, sino también, están latentes a contraer el virus SarS-CoV-2 por su constante convergencia en espacios y personas externas a su residencia.
Las situaciones que ponen principalmente en riesgo a las personas son:
-No poder quedarse en casa
– No contar con un trabajo fijo por su constante movimiento diario de búsqueda
-Se enfrentan a violencia e inseguridad
-Se agudizan cuadros de ansiedad y depresión
-Carecen de recursos para comprar insumos de protección, es decir: gel antibacterial y cubrebocas
-No cuentan con servicios de salud
Más allá de ello, la problemática de los colectivos no solo depende de la escasa ayuda de cuerpos de gobierno y organizaciones civiles en pro de la búsqueda, sino que al ser hallado el cuerpo de una persona que mayoritariamente no es identificada, es llevada a los Servicios Médicos Forenses, los cuales durante la pandemia, están rebasados por su capacidad técnica y humana.
Una de las soluciones propuestas por el Movimiento por Nuestros Desaparecidos es la atención de rezago de cuerpos de parte del Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense (MEIF), así como el compromiso de parte de autoridades estatales y federales para fortalecer los servicios forenses.
El conocimiento entonces de colectivos cercanos a la población mexiquense para su contacto y ayuda con recursos mínimos y suficientes para la continuación de su búsqueda, es también un paso necesario para una mejora en la sociedad civil del estado y el país.
(Foto: Redes)
