En la víspera de la entrega de instalaciones de la Facultad de Humanidades, los estudiantes que sostuvieron el paro presentaron el trabajo realizado a los 130 días, destacando la creación de un huerto y 8 murales.
Ximena Barragán
A partir del trabajo artístico, el huerto y otros esfuerzos, los jóvenes visibilizan aspectos presentes en su lucha como violencia de género, democratización y transparencia.
Uno de los trabajos más llamativos y representativos del movimiento es el mural de la Comandanta Ramona, indígena tzotzil perteneciente al Ejército Zapatista de Liberación Nacional, realizado en colaboración con el colectivo cultural Tlalmino.
“Es un recuerdo de que la lucha existe, las mujeres existen y hacen mucho por este movimiento”, dijeron alumnas paristas en atención al medio de comunicación.
Además de cumplir con una función estética y ecológica, los murales y el huerto son una representación de labor del trabajo en equipo y la importancia de la autogestión.
“Fue un trabajo colaborativo, algunos gestionaron la pintura, otros los recursos, determinaron los momentos en que podían venir a trabajar”.
Ante el estatus del movimiento y las negociaciones con la rectoría universitaria, las paristas celebraron el alcance acuerdos importantes como la construcción de nuevos espacios para el aprendizaje, adecuaciones a la biblioteca, ajustes al plan de estudios, la apreciación estudiantil como mecanismo de evaluación y un bebedero en las instalaciones.
Reconocieron también qué queda pendiente y seguirán trabajando en las modificaciones a la legislatura universitaria, entre las cuales se busca la catalogación de las acciones de violencia sexual y de género como responsabilidad universitaria, así como la derogación del artículo 43, que condena las manifestaciones pacíficas de los estudiantes.
Manifestaron tener presente que la lucha contra la violencia sexual y es seguirá siendo la principal, pero que una vez descubiertas otras necesidades, no podían hacer caso omiso, y que su principal aspiración es que aquellos privilegios que hoy los colocan en la posibilidad de luchar un día se conviertan en derechos para todos.
(Foto: redes)
