Lourdes Landetta
El buen manejo de conflictos en las relaciones humanas es esencial para promover una cultura libre de violencia en lo familiar, laboral, social y para el respeto de los derechos humanos.
En este sentido, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México ofreció el taller sobre Relaciones Humanas y Manejo del Conflicto, donde José Arce Valdez, especialista en la materia, resaltó la importancia de escuchar para entender para con la finalidad de gestionar positivamente un conflicto entre dos partes.
Detalló que una sociedad ideal no es aquella en la que el conflicto se haya “borrado” de nuestras vidas porque necesariamente es inherente en toda relación humana y social, es decir, está presente independientemente de que tengamos similitud de opiniones, que nos pongamos de acuerdo o no.
La cultura de paz se entiende, en este contexto, como las opiniones o posturas que cada uno tenemos, pero basándose en principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia y solidaridad, que asegura a todas las personas el poder disfrutar de sus derechos, lo que va a permitir resolver los conflictos no de forma violenta, sino más bien con base en el diálogo y en la negociación.
Otro aspecto importante para la resolución de conflictos es el respeto a la pluralidad: no todos estamos obligados a estar de acuerdo con lo que los demás dicen, pero eso no significa que tengamos que establecer una relación violenta.
Al respecto, adquiere importancia la comunicación asertiva, que se refiere a “poder expresar nuestros pensamientos, ideas, lo que sentimos, lo que creemos, lo que consideramos valioso para nosotros de manera abierta, sin tapujos, sin quedarnos con nada, pero hacerlo sin atropellar los sentimientos, las necesidades, las opiniones o las creencias de los demás; dificultad mayúscula, porque muchas veces cuando estamos en una situación conflictiva queremos hacer valer nuestra opinión”, señaló José Arce.
Finalmente, es necesario establecer pautas de acción para un buen manejo del conflicto dada la importancia de tener trabajo estable, una convivencia sana y de respeto entre las personas que están en un mismo entorno, ya sea público o privado: escuchar activamente, permitir hablar a las personas y ser empático, como actitudes principales.
(Foto: captura de pantalla)
