Yameli Pallares
La educación privada en México ha tenido un auge a raíz de la falta de espacios para ingresar a las instituciones públicas del país, comentó Elva María Maya Márquez, socióloga egresada de la Universidad Autónoma del Estado de México, en entrevista con Diario Portal. En este sentido, la precarización de los empleos, específicamente en la docencia, incide en el compromiso de los maestros con la calidad de la enseñanza.
“Para hablar de las escuelas privadas en México, nos tenemos que remontar al modelo neoliberal […] empieza a suceder que la educación se deja en manos de los privados […] entonces convierten a la educación que se supone que es un derecho, en un negocio y se abre el mercado para aquellos empresarios que deciden lucrar con ella”, señaló, y añadió que se trata de un problema derivado de que las instituciones públicas comenzaron a aceptar menos estudiantes, a pesar de la alta demanda de espacios educativos.
En 1983 el gobierno de Miguel de la Madrid presentóuna reforma educativa que entre varios aspectos, pretendía descentralizar la educación y derivó en una reducción del presupuesto destinado a este rubro, con la finalidad de racionalizar el gasto que el Estado Mexicano “derrochaba” en servicios públicos.
Es en el siguiente sexenio, Salinas de Gortari firma el TLC y abrió la posibilidad de que la inversión extranjera participe en el sector educativo privado como en el caso del Tec de Monterrey. También se reformó el artículo tercero de la Constitución que habla de este derecho, destituyendo la obligación del Estado respecto a su impartición y convirtiéndolo en mero ‘promotor’. Estas políticas han prevalecido, aumentando la brecha entre escuelas públicas y privadas.
Enfatizó que existen dos tipos de instituciones privadas: las más prestigiosas, donde sólo pueden acceder unos cuántos que tienen un enorme nivel adquisitivo como Anahuác, el Colegio de México, el Tec de Monterrey, entre otras; y las que han proliferado de manera desproporcionada con colegiaturas más accesibles y un menor nivel educativo para quienes desean seguir educándose, muchas veces, trastocando la economía familiar.
“Si estábamos pensando que la educación es el medio por el cuál la gente puede mejorar sus condiciones de vida, acceder a movilidad social; esto es un mito, es una idea que se rompe”, puntualizó, y agregó: “no se trata de que no quieran estudiar, sino que no tienen las oportunidades”.
Precarización laboral, una hora de clase por 40 pesos
“Muchos de los que ingresan a dar clases al sistema educativo privado lo hacen porque no tienen otra opción; o sea no es porque realmente quieran dar clase. Tienen licenciaturas, tienen maestría y, ante la falta de oportunidades laborales, optan por esta alternativa”, indicó.
“En las escuelas privadas, la exigencia es mucha y la paga es poca. Hay que pensar que en esta lógica,donde se convierte en negocios a las escuelas, son los empresarios que fijan las reglas, fijan las condiciones laborales y no siempre son las mejores”. Por ejemplo, en Toluca, escuelas como Instituto Kambes y el CONAMAT, pagan hasta 40$ la hora clase.
En este sentido, dijo que se trata de un fenómeno que se da a la par en las instancias públicas con la diferencia que existe entre docentes de asignatura y los maestros investigadores; sin embargo, recalcó que la principal diferencia es el compromiso que existe con el alumnado, pues en las universidades del estado e incluso en las autónomas, hay un deseo de retribución a la sociedad.
“Habría que repensar que el trabajo de la docencia tiene que ser valorado en cuanto al valor social que se le da, pero también al valor económico en ambas instituciones, tanto en la pública como en el privada”, finalizó.
(Foto: web)
