Pediría a los políticos que dejen de hacer teatro. Y al ciudadano le pediría que se comprometa. Primero con el voto y después con la denuncia, diaria, constante. Parece que olvidamos que tenemos derecho a cambiar las cosas que no nos gustan. Miguel Bosé, cantante popero.
Ramón Cuevas Martínez
Mientras escribo esta columna, algunos alcaldes están reinventando la forma de entender y hacer gobierno municipal, ya que en lugar de incrementar el número de programas sociales y desgastarse en discursos interminables sobre cómo acaban con la inseguridad, han optado por seguir un camino diferente, resultado sin duda de un procesos de reflexión estratégica, que consiste en generan valor social a partir de someter a consideración de la ciudadanía un gran número de temas de la agenda pública diaria.
Se han dado cuenta que restaurar una fuente pública de agua que no funciona o un parque público descuidado con alto tráfico de visitantes, requiere el consentimiento y la opinión ciudadana, sobre todo si se desea que el espacio público sea cuidado por quienes lo usan y opinaron sobre su rediseño.
Este tipo de participación es un motor efectivo para la creación de valor social, porque genera mayor conciencia sobre lo bonito y funcional que puede ser el espacio público. A partir de que saben lo valiosa que es su opinión, los nuevos ciudadanos pedirán cuentas a todos los alcaldes en turno.
En este momento la alcaldía de Cd. Juárez, Chihuahua, está pidiendo a la población juarense que seleccione tres grandes obras de infraestructura donde invertirá 252 mdp. Mientras eso sucede, como si fuera competencia para ver quien gobierna mejor en el estado grande, el alcalde de Chihuahua, Capital, ha anunciado que consultará con la comunidad el destino del 6% del presupuesto que se origine de recursos de libre disposición, léase, recursos propios.
En un proyecto más innovador, el municipio de Zapopan, Jalisco, durante los meses de enero, febrero y marzo, fechas donde se recauda el 70% del impuesto predial, ha pedido a los ciudadanos cumplidos con esta obligación que seleccionen de una lista de obras, tres de ellas que les gustaría lleven prioridad en su ejecución. En otras palabras, si pagas tu predial, defines prioridades.
Los presupuestos participativos, afortunadamente cada vez con mayor presencia en los municipios mexicanos, son una herramienta de política pública alternativa a la presupuestación tradicional, se basan en la participación y gestión de la ciudadanía, a través de la cual, ésta se convierte en sujeto activo del desarrollo, al proponer y decidir, de manera directa, sobre el destino de una parte o porcentaje de los recursos públicos.
Este tipo de participación ciudadana en los procesos decisorios, requiere nuevos espacios que operen con reglas claras para favorecer la deliberación pública, la interacción social y el respeto por el pluralismo político.
Con distintos matices y alcances, diversas entidades federativas mexicanas han incorporado en sus leyes mecanismos de participación, como Nuevo León, la Ciudad de México, Chihuahua, Jalisco, Yucatán, Tamaulipas, Tlaxcala y Coahuila. De igual manera, diversos municipios han plasmado este tipo de proyectos participativos en sus bandos municipales.
*Consultor en Gobernova
@CuevasRamon contacto@gobernova.com.mx @gobernova www.gobernova.com.mx
